Muchos barres del mundo tuvieron el mismo problema durante el confinamiento al que obligó la pandemia: ¿qué hacemos con la cerveza que no se vendió?
“Nadie consumía, fue muy duro…perdimos el 50% de nuestras ventas de la noche a la mañana”, contó a la agencia Deutsche Welle Lewis Maschmedt, dueño de la cervecería Pirate Life, tan solo una de las diez mil que nutren el mercado en ese país que factura US$ 14 mil millones con el producto.
Entonces en la ciudad de Adelaida, capital del estado de Australia Meridional, tuvieron una idea muy original. En vez de desperdiciar la cerveza que ya había vencido, a la planta de tratamiento de desperdicios y agua de Glenelg, la estatal SA Water, ubicada a 12 minutos del centro del lugar, se le ocurrió producir con ella energía verde.
Para eso, mezclaron el producto que había expirado y donó la cervecería Lion, la mayor de Australia, con aguas y residuos orgánicos, generando una descomposición que liberó metano y dióxido de carbono, un biogás con el que luego se produjo electricidad. En mayo, el primer mes del experimento, utilizaron 150 mil litros de cerveza vencida, que les permitió obtener energía para uso propio y beneficiar también a 1.200 viviendas de la ciudad de 1,5 millón de habitantes.
“Es una gran idea para convertir desechos en energía, mejorar nuestra huella de carbono y hacer negocios sostenibles", escribió la Gerente de SA Water.
"Aprovechar la energía del biogás a través de nuestros motores de gas crea energía para el trabajo diario de la fábrica y es una alternativa sostenible a los desechos industriales que de otra manera serían difíciles de eliminar y tratar”, sostiene la ingeniera Lisa Hannant, Gerente Senior de Producción y Tratamiento de la planta de Australia Meridional. Y sostuvo además que la cerveza es “oro líquido” ya que en un solo mes, cuando comenzaron el proceso, aumentó la generación de energía renovable a 654 MWh. La estación de agua generó un récord de 355.200 m3 de biogás en mayo y otros 320 mil m3 en junio.
El mercado de cerveza en Australia alcanza los US$ 14.000 millones, con 10.000 pubs, clubs y destilerías. El consumo promedio per capita es de 71 litros anuales. En Argentina, 41 litros por año.
Por eso, la energía verde cervecera nació para ser solamente un modelo temporal ya que los bares y cervecerías esperan retomar muy pronto su actividad habitual.