La exposición y ulterior entrevista al exministro de Justicia de Brasil, Segio Moro se dio dentro de un ámbito académico. Además de las preguntas de Jorge Fontevecchia, el fundador y presidente del Grupo Perfil, se sumaron las de personajes de la academia, como el doctor doctor Mariano Candioti, ex decano de la Facultad de Ciencias Jurídicas y Sociales de la Universidad del Litoral, Leandro Ríos, docente de Derecho Penal de la Facultad de Ciencias Jurídicas y Sociales de la misma universidad y de Avelino Porto, rector de la Universidad de Belgrano. Se debatieron ideas desde el punto de vista teórico. Pero que tienen implicancias tanto políticas concretas. El paso de Moro por el gobierno lo puso aún más en el centro del debate. Era la figura de mayor prestigio en el gabinete de Jair Bolsonaro. Y su salida se dio en el marco de acusaciones muy severas del propio Moro sobre intromisiones del presidente y de sus hijos en el trabajo de la Policía. La punta de un ovillo que aún está deshilvanándose.
Moro en su momento dijo específicamente, mientras era ministro, que seguramente el futuro candidato que enfrente al PT con perspectivas de ganar sería el mismo Jair Bolsonaro. Pero ahora no está en el gobierno, con lo que las perspectiva cambia.
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Fontevecchia le preguntó: "Siendo ministro del gobierno de Bolsonaro, usted manifestó: 'si él quiere reelegirse, lo lógico es que él sea candidato de gobierno en 2022 y no su ministro'. Ahora que usted ya no es ministro, ¿se va a candidatear a presidente en 2022?"
Moro respondió: "Para mí fue muy difícil dejar la Magistratura porque es un camino sin retorno. Mis planes eran, dentro del gobierno, avanzar en la agenda y fue una frustración grande. Hace poco que dejé el gobierno, hoy estamos en un momento de pandemia. El compromiso que tengo es buscar reafirmar mi compromiso de combatir la corrupción desde el sector privado o público. El combate a la corrupción es apenas un trozo de lo que es la defensa de la democracia y el estado de derecho. La corrupción por los pensadores antiguos es diferente a la del soborno. Toda discusión del pensamiento político es permeada por la definición de Aristóteles. Hoy la única forma de gobierno aceptada es la democracia, la corrupción hay que pensarla fuera del sistema criminal, hay que pensarla como uno de esos males que afectan la calidad de nuestras instituciones y nuestra economía y democracia. En ese contexto, voy a estar siempre disponible para el debate.”
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Previamente, Avelino Porto le había preguntado cuál fue su intención cuando se sumó al gobierno de Jair Bolsonaro. La respuesta fue “instalar una nueva agenda”. Habló de la frustración que le produjo los pocos resultados que habían obtenido los jueces que participaron del Mani Pulite italiano. Dijo que: “Cuando me invitaron, fue una decisión difícil, pero mi evaluación era que yendo al gobierno podría influir en el proceso y avanzar en una agenda anticorrupción. Conseguimos avanzar en otros sectores, como el crimen organizado y violento, pero no avanzar en la agenda anticorrupción. La semilla está plantada, es una agenda que puede ser retomada”.
Una agenda que puede ser retomada sugiere que el debate político que lo involucra no está terminado. Aunque el propio Sergio Moro aclaró, con una sonrisa: “es un tema que no es para un debate académico como este”.
PH/MC
