Martín Kogan puso su imaginación al servicio de la creación de algo que parece más cerca de la ciencia ficción que de la realidad: una aplicación que permite sobrevivir a la muerte. Se trata Almaya Life, una plataforma que crea un backup de la mente de los usuarios para que, quienes tengan acceso a ella, puedan dialogar con ellos aunque ya hayan dejado el plano terrenal.
“Imagine poder escuchar las historias de sus bisabuelos en su propia voz, mucho después de que hayan fallecido. O poder hablar con un ser querido que ya no está con nosotros”, anticipan sus creadores a través de las redes sociales.
Para su Kogan, la app configura biografías interactivas que se construyen contestando 700 preguntas a través de videos grabados con cámara frontal. Su creación se apoya en la inteligencia artificial.
“Juntos, podemos crear un mundo donde la tecnología nos ayude a preservar los recuerdos y las historias de quienes nos precedieron. Para siempre”, señala la cuenta oficial de la aplicación, que tiene dos etapas bien definidas: la de narración y la de consumo. Esta última tiene un formato de “niveles”, como cualquier juego electrónico, que permitirá avanzar gradualmente en la información disponible de cada persona.
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Conservar la memoria de los antepasados
Almaya fue premiada en la versión local del Innovation Championship (campeonato de innovación) de la aseguradora Zurich y fue finalista global. Actualmente, se puede usar en castellano e inglés y tiene una versión gratuita y otra paga. Tiene más de 30 mil descargas en 60 países.
“Nuestro objetivo es crear una versión digital de usted o su ser querido, usando #IA para emular su voz y gestos para que su historia pueda vivir para las generaciones venideras”, explican desde Almaya.
El lanzamiento oficial de la app fue en diciembre de 2022 y, además de Kogan, formado en el mundo de la publicidad y las startups, están los cofundadores Ariel Mathov y Max Ejberowicz, encargados de la parte técnica y de producto, respectivamente.
Para el diseño del cuestionario, además de las herramientas tecnológicas, participaron filósofos y psicólogo. Estas preguntas se van refinando a medida que la app se enriquece con las búsquedas de los usuarios.
El promedio de edad de los usuarios de Almaya es de 30 años y la principal motivación es la preservación del vínculo con padres y abuelos, pero también hay quienes lo usan como una herramienta de autoconocimiento.
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