La Confederación de Asociaciones Rurales de Buenos Aires y La Pampa (Carbap) realizó su Consejo Abierto en la Sociedad Rural de Olavarría donde, además de los productores, estuvieron presentes representantes de otros eslabones de la cadena cárnica, como consignatarios, frigoríficos abastecedores y trabajadores de la industria.
Allí se analizaron las repercusiones que han tenido las restricciones a las exportaciones de carne dispuestas por el Gobierno Nacional y los acciones a seguir a partir del 31 de agosto, fecha en que vencería el decreto 408.
El Gobierno aprobó 15 frigoríficos para exportar carne kosher.
En diálogo con PERFIL, Horacio Salaberry, presidente de Carbap dijo que el encuentro “fue muy importante porque estuvieron los que compran y los que venden, desde el productor hasta los frigoríficos y los trabajadores. Todos estuvimos de acuerdo que las medidas han resentido la cadena, afectado la rentabilidad y generado hasta problemas laborales, ya que hay trabajadores que están perdiendo hasta el 40% de lo que venían ganando por la baja en la cantidad de trabajo”.
Para Salaberry, “ha quedado claramente una mirada de trabajar juntos y pedirle al Gobierno que entienda la necesidad de cambiar esta medida. El país está saliendo de una pandemia y necesita una mirada de más largo plazo, con previsibilidad”.
Medidas de fuerza
Con respecto a la actitud del ruralismo después del 31 de agosto si no se reabre la exportación de carne, el presidente de Carbap expresó que “en la Mesa de Enlace vamos reproducir reuniones en distintos puntos del país. La idea es hacer un análsis y generar acciones directas como movilizaciones y cese de comercialización de todo el sector rural y no solo de la ganadería. Esperemos que el Gobierno entienda qué está pasando, la situación está muy complicado”.
La semana pasada, el Ministerio de Desarrollo Productivo acercó un borrador de Plan Ganadero al Consejo Agroindustrial Argentino para que sea analizado por las entidades que lo componen.
Según Salaberry, “en el Plan ganadero han juntado una serie de propuestas sanitarias, impositivas y financieras, pero no se toca el tema de la comercialización. Cuando uno tiene un plan, debe tener en cuenta lo productivo y comercial y allí no aparece el Gobierno tomando compromiso de la libertad de comercio. Es muy raro pretender que se produzca más si no se sabe cómo se puede vender. El Plan Ganadero va a fracasar sin inversiones y el productor no lo va a hacer si no se abren las exportaciones”.
Posición de la Federación Agraria
El Consejo Directivo Central (CDC) de la Federación Agraria Argentina (FAA) expresó su rechazo al Plan Ganadero, ya que los consideran “inviable mientras no haya una decisión firme de restablecer en su totalidad las exportaciones de carnes. Desde FAA hemos mantenido el diálogo para lograrlo, insistiéndole a los funcionarios que se reabran las exportaciones, se garantice el abastecimiento interno y se resguarden los mercados internacionales”.
De acuerdo con el comunicado de la FAA, con las restricciones “perdió la Argentina. Porque se ha dejado de percibir ingresos de divisas de alrededor de 300 millones de dólares hasta el momento, recursos que creemos que hubiese permitido hacer un plan para reintegrarles el IVA a los sectores carenciados y haberlo podido ampliar a una clase media devastada en su economía”.