El analista Pablo Adreani, de la consultora Agripac, analizó el comportamiento de los mercados granarios, que llevaron a que la soja alcanzara el precio más alto desde 2012, superando los 600 dólares.
–¿Piensa que el Gobierno aumentará las retenciones a los granos con estos precios?
–Antes de las elecciones, no aumentará un solo punto ninguna retención, porque implica perder votos. Es una situación de conveniencia para no provocar al sector agropecuario. Si aumentan las retenciones ahora o antes de las elecciones, es una provocación que generaría un conflicto que le podría resta votos. Hasta ahora, el zorro tiene la piel de cordero. Después de las elecciones se sacará la piel de cordero para volver a ser el zorro.
Fernanda Vallejos propone subir salarios, más retenciones al maíz y cupos a la exportación de carne.
–¿A qué se debe el aumento de la soja de esta semana, que superó los 600 dólares?
–El informe del USDA ratifica los pronósticos de febrero y marzo. Los que me llama la atención es que no haya contemplado ningún cambio en la intención de siembra ni de los precios desoja y maíz ni por el factor climático. El primer cuestionamiento es que en cuatro meses mantiene el mismo estimado cuando han cambiado el clima y los precios. El USDA publicó un informe muy optimista, porque estima un incremento del 1,8 millones de toneldas y un rendimientos de 34 quintales por hectáreas, con 120 millones de toneladas de producción, es decir 7 millones más que el año pasado. Para que le cierren las existencias, el USDA tendía dos caminos: ajustar por molienda por exportaciones. La molienda tiene que ver con la demanda interna de harina y biodiesel, por eso el USDA reduce la exportación de en 5,5 millones de toneladas. Es decir que exportaría 56,5 millones de toneladas. Con ese ajuste, que no es menor, las existencias finales apenas aumentarían 520 mil toneladas.
–¿Cómo influyen estas proyecciones concretamente en el mercado?
El mercado interpreta el informe como bajista porque estima un nivel de producción muy alto con rendimiento récord y recuperación de stocks ínfima. Esto puede ser bajista para Chicago, pero alcista para las sojas argentinas y brasileñas. Por eso hay una baja de 10 dólares. El mercado argentino tenía muy buenos márgenes de molienda antes del informe del USDA y no creo que asuma la baja de Chicago. Argentina bajará menos que Chicago, porque tiene buenos márgenes de molienda.
–¿Cuánto recibe el productor argentino de ese precio de la soja?
–Argentina tiene un componente en el precio que no tienen Brasil. Estados Unidos, Paraguay y Uruguay, que son las retenciones. En el mercado FOB, al que responde Argentina, la soja vale 566 dólares. A eso se le descuentan 180 dólares por retenciones por derechos de exportación y 14 dólares de gastos de exportación, por lo cual el productor recibe 372 dólares. No lo dividiría por el dólar blue, porque da un número irrisoriamente bajo. Si el productor quiere comprar dólares, va al MEP o Bolsa. Con estos precios del trigo, soja y maíz, la relación insumo producto es de las más ventajosas de la historia.
–¿Eso en qué se traduce concretamente?
–Eso quiere decir que debe vender menos soja que el año pasado para pagar los mismos bienes y servicios que el año pasado. Todo lo que está en pesos sale beneficiado. El productor gana 120 dólares más por tonelada que el año pasado, no es un tema menor. Los productores que no han tenido problemas con la sequía y con un rendimiento que no le haya bajado un 50%, tendrán un mayor ingreso que el año pasado por una mejora del precio.
LM