Salida negociada

Donald Trump se comunicó con Putin antes de recibir a Zelenski y dijo que tuvieron una conversación "productiva"

Los presidentes de Estados Unidos y de Rusia charlaron telefónicamente un par de horas antes de que el líder demócrata reciba al mandatario ucraniano en Florida.

Encuentro Putin-Trump Foto: AFP

La antesala del encuentro con el presidente de Ucrania, Volodímir Zelenski, estuvo marcada por una conversación telefónica entre el estadounidense Donald Trump y su par ruso, Vladimir Putin, que el propio jefe de la Casa Blanca definió comomuy buena y productiva”. A pocas horas de la reunión, el contacto se dio en un momento sensible de la agenda diplomática, atravesada por los intentos de reactivar negociaciones que pongan fin a la guerra iniciada en 2022.

Así, el propio Trump dio a conocer el intercambio a través de su plataforma Truth Social, minutos antes del encuentro programado con Zelenski en Florida, previsto para las 13 (hora local), las 15 en Argentina: “Acabo de tener una muy buena y productiva llamada telefónica con el presidente de Rusia, Putin”, escribió, en un mensaje que generó repercusión.

De hecho, la confirmación oficial llegó desde Moscú casi de inmediato: Dmitri Peskov, portavoz del Kremlin, ratificó la comunicación y señaló que se trató del primer diálogo directo entre Trump y Putin desde el pasado 16 de octubre. Según la información difundida por medios internacionales, este fue el noveno contacto entre ambos líderes en lo que va del año, una cifra que refleja la intensidad de los intercambios en medio de un escenario global inestable.

Poco después trascendió que Trump y Putin volverán a comunicarse este domingo, una vez finalizada la reunión con Zelenski. La confirmación llegó desde Moscú, a través del asesor diplomático del Kremlin, Yuri Ushakov, quien señaló que el intercambio se dio en un clima cordial y que ambos mandatarios resolvieron retomar el contacto telefónico.

La comunicación ocurrió un par de horas antes de la reunión programada en Florida con Zelenski

La reunión con Trump ocupa un lugar central en la estrategia diplomática de Volodímir Zelenski, quien afirmó que el encuentro, esperado desde hace semanas, “es muy importante” y llega en un momento decisivo del conflicto con Rusia, cuando los combates continúan y las gestiones internacionales buscan abrir un canal de negociación.

Antes de su arribo a Estados Unidos —con una escala en Canadá— Zelenski desplegó una intensa ronda de contactos diplomáticos con líderes europeos y aliados estratégicos. De hecho, en los últimos días mantuvo conversaciones telefónicas con el canciller alemán Friedrich Merz; la primera ministra danesa, Mette Frederiksen; el primer ministro de Estonia, Kristen Michal; el presidente de Finlandia, Alexander Stubb; y el secretario general de la OTAN, Mark Rutte. 

Ya en territorio estadounidense, el presidente ucraniano continuó con su agenda. Este domingo, desde Florida, mantuvo una conversación telefónica con el primer ministro británico, Keir Starmer: “Comencé mi mañana con un intercambio detallado”, escribió Zelenski en su cuenta de X, donde precisó que hablaron sobre los preparativos para la reunión con Trump, la coordinación con socios europeos y el impacto directo de los ataques rusos en el frente de batalla.

Paralelamente, volvió a remarcar que cualquier avance hacia un acuerdo debe incluir un compromiso de no agresión entre Rusia y Ucrania. Sin embargo, expresó su escepticismo frente a las señales que llegan desde Moscú. Según planteó, la continuidad de los bombardeos demuestra que el presidente ruso, Vladímir Putin, “realmente no quiere la paz”.

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Las fuerzas armadas rusas intensificaron sus ataques contra distintas regiones de Ucrania. En la ciudad de Jersón, los bombardeos alcanzaron zonas residenciales y afectaron infraestructuras críticas, lo que provocó cortes de electricidad en parte de la ciudad. La situación fue confirmada por el jefe de la administración militar regional, Jaroslav Schanko.

El plan de 20 puntos de Estados Unidos y Ucrania para salir de la invasión rusa

El presidente de Ucrania, Volodímir Zelenski, presentó los detalles del nuevo plan de 20 puntos impulsado por Estados Unidos con el objetivo de abrir un camino hacia el fin de la invasión rusa. Según explicó, el texto fue trabajado de manera conjunta por negociadores de Kiev y Washington y luego enviado a Moscú para que el gobierno ruso pueda analizarlo.

Zelenski remarcó que se trata de una propuesta integral, que va más allá de un simple alto el fuego. El plan combina compromisos políticos, garantías de seguridad, acuerdos económicos y medidas humanitarias, y estará acompañado por pactos bilaterales entre Estados Unidos y Ucrania, enfocados tanto en la defensa del país como en su reconstrucción.

A continuación, los principales puntos del acuerdo, según la explicación brindada por el mandatario ucraniano:

La propuesta surgió de reuniones en Ginebra con delegaciones de Ucrania, EE.UU., Alemania, Francia y Reino Unido

► Un compromiso de soberanía y no agresión: El primer eje del documento reafirma el carácter soberano de Ucrania como Estado independiente y establece que sus fronteras actuales deben ser respetadas. Ante ese panorama, se propone un acuerdo de no agresión pleno e incondicional entre Rusia y Ucrania, que obligaría a ambas partes a renunciar al uso de la fuerza como herramienta política. Para Kiev, este punto resulta central: Rusia deberá incorporar ese compromiso en su legislación y en sus documentos oficiales, de modo que tenga carácter permanente y verificable.

► Garantías de seguridad y límites militares: El plan contempla un esquema de garantías de seguridad para Ucrania, con el respaldo directo de Estados Unidos, la OTAN y países europeos. Aunque el país no se integraría de inmediato a la alianza atlántica, recibiría garantías similares a las del Artículo 5, que prevé la defensa ante una agresión externa.

Se fija un límite para las Fuerzas Armadas ucranianas en tiempos de paz, que no podrán superar los 800.000 efectivos. El acuerdo establece sanciones claras ante eventuales violaciones: si Rusia vuelve a invadir territorio ucraniano, se activarían respuestas militares y sanciones globales; si Ucrania ataca sin provocación, esas quedarían sin efecto.

► Control internacional y monitoreo permanente: Para evitar incumplimientos, el plan propone la creación de un sistema de monitoreo constante de la línea de contacto, mediante el uso de satélites, drones y tecnología de vigilancia avanzada. A esto se sumará el despliegue de fuerzas internacionales, encargadas de supervisar la situación en el terreno.

► Territorio, retirada de tropas y línea de contacto: El documento reconoce como línea de contacto de facto el despliegue militar actual en las regiones de Donetsk, Luhansk, Zaporizhzhia y Jersón. No se trata de un reconocimiento definitivo de soberanía, sino de una referencia operativa para el control del alto el fuego. Como condición para la entrada en vigencia del acuerdo, Rusia deberá retirar sus tropas de otras regiones ucranianas, entre ellas Dnipropetrovsk, Mykolaiv, Summy y Járkov. Además, ambas partes se comprometen a no modificar acuerdos territoriales.

► Integración europea y reconstrucción económica: El plan también apunta a sentar las bases del futuro político y económico de Ucrania. Se establece un camino definido hacia su incorporación a la Unión Europea, con acceso preferencial al mercado comunitario. También, se prevé la firma acelerada de un Tratado de Libre Comercio con Estados Unidos y la puesta en marcha de un paquete global de desarrollo, que incluirá inversiones en tecnología, centros de datos e inteligencia artificial, junto con un fondo internacional de reconstrucción de hasta 200.000 millones de dólares.

► Energía y compromiso nuclear: Ucrania ratifica su condición de Estado no nuclear y su adhesión al Tratado de No Proliferación. En el plano energético, uno de los puntos más sensibles es la central nuclear de Zaporizhzhia, que pasaría a ser administrada de manera conjunta por Ucrania, Estados Unidos y Rusia, con supervisión internacional.

► Derechos humanos y dimensión humanitaria: El acuerdo incluye compromisos vinculados a los derechos humanos y la convivencia social. Se plantea promover la tolerancia en el sistema educativo, combatir el racismo y proteger las lenguas minoritarias y la libertad religiosa. También se crea un Comité Humanitario encargado de coordinar el intercambio total de prisioneros de guerra bajo el principio de “todos por todos”, así como la devolución de civiles detenidos.

► Elecciones, legalidad y control político: Una vez firmado el acuerdo, Ucrania se compromete a organizar elecciones en el menor plazo posible, como parte del proceso de normalización institucional. El pacto tendrá carácter legal y vinculante y será supervisado por un Consejo de Paz, encabezado por el presidente estadounidense Donald Trump.

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El alto el fuego como primer paso: El último punto establece que, una vez aceptado formalmente por todas las partes, el acuerdo dará lugar a un alto el fuego inmediato y total. Ese cese de hostilidades será el primer paso para iniciar un proceso político que, según Kiev y Washington, permita poner fin a uno de los conflictos más graves en Europa.

EM MV