Emmanuel Álvarez Agis: "Axel deberá convencer a los mercados en 2027 como Lula"
El economista analizó el escenario político y económico que podría enfrentar el gobernador en las próximas elecciones y sostuvo: "Alguien del lado de la oposición tiene que tener la credibilidad de decir: “Yo sé cómo recuperar el consumo sin inflación".
Emmanuel Álvarez Agis planteó que Axel Kicillof podría llegar a las elecciones de 2027 con un panorama complejo, marcado por la caída del consumo y el desgaste social que atraviesa la provincia. Según el economista, el desafío central para el gobernador será construir una propuesta capaz de recuperar el poder adquisitivo sin que aumente la inflación. "El plano progresista, peronista, nacional y popular de la Argentina siente que discutir inflación es una agenda de ricos, del mercado financiero o de derecha", aseguró en Modo Fontevecchia, por Net TV y Radio Perfil (AM 1190)
Emmanuel Álvarez Agis es un economista, socio y fundador de la consultora PXQ. Se desempeñó como viceministro de Economía de la Nación entre 2013 y 2015 y subsecretario de Programación Macroeconómica entre 2011 y 2013. Fue director por parte del Estado Nacional en Pampa Energía, Banco Macro, DENOR y Transener. Además, fue consultor del Banco Mundial, la ONU y otras instituciones financieras internacionales.
Mondelēz suspendió a más de dos mil trabajadores en una industria que no tiene que ver únicamente con la destrucción de empleo que producen las importaciones porque es consumo interno, ¿no?
Sí, obviamente que para mí es un dato muy llamativo porque si en un lugar donde Argentina es competitiva es en la industria de alimentos, particularmente en golosinas. Tenemos la compañía que más exporta en el mundo. No es un sector donde nos vaya particularmente mal. Yo creo que lo que está pasando es que es el segundo eslabón de la cadena. El primer eslabón de la cadena es, probablemente, aquella compañía que tiene que reducir personal porque la apertura comercial es tan rápida y grande -de hecho, es la más grande en nuestra historia- que se ve obligada a recortar personal. Ahora, ese personal que se queda fuera de esas compañías hoy no está yendo directamente al desempleo, está yendo a lo que los economistas llamamos estrategias de refugio, que se reflejan en el monotributo, que es el único indicador que crece fuerte todos los meses. Esas estrategias de refugio, como transportar personas, transportar paquetes, hacer algún tipo de servicio personal, etcétera, el INDEC las mide como empleo y, de hecho, las mide como sobreempleo porque suelen sumar muchas más horas, pero en términos de ingresos estás 20 o 30% abajo del empleo que perdiste.
Entonces, lo que te pasa con eso es que la gente sigue teniendo un ingreso a fin de mes, pero va ajustando, y ya tuvo que ajustar mucho, porque un poco la estabilización que generó Javier Milei fue de la mano de un cambio de precios relativos muy importante: hoy son más caros los servicios y más baratos los bienes. Entonces, como vos todo lo que pagás a principio de mes te lleva una parte más grande de tu presupuesto, lo que te queda para comprarte, no sé, una galletita rica es un poco menor. Y mi problema es que, si yo viera esto como la transición hacia otro equilibrio donde, en realidad, tenés el mismo nivel de empleo, el mismo nivel de ingreso, pero con una distinta composición, no sería un problema. A mí me parece que el problema de esto es que puede ser un espiral descendente donde ese nuevo equilibrio, con más empleo, no esté entre los componentes de este programa.
Conversábamos en el reportaje anterior con Pablo Touzón, comparando cómo, frente a la emergencia de cierta hegemonía, como cuando ganó Menem la reelección en el 95 o Cristina en 2011, se crearon condiciones en la oposición para ir a competir en el final del mandato. En el caso reciente se creó el PRO, que fue la base de sustentación para que luego surgiese Cambiemos. En el caso del 95 se creó el FrePaSo, que fue la base de sustentación para que luego existiera la Alianza. Acá, por el contrario, lo que vemos es una dispersión absoluta de la oposición que asume que Milei tiene seis años. Si no es la política la que va a confrontar con Milei, el problema de Milei va a ser el mismo: la economía.
Creo que el Presidente y su equipo económico han sido explícitos respecto de esto, con lo cual lo que te voy a decir lo digo dándole la derecha al Gobierno respecto de su programa económico. Si el programa económico de Milei termina saliendo bien, yo no entiendo de qué van a trabajar los grandes conurbanos. Me parece que ahí hay un desafío enorme. Cuando vos mirás hoy la dinámica del empleo privado en la Argentina desde que Milei asumió, Buenos Aires destruyó casi 40.000 empleos y Córdoba 33.000. La provincia que más empleos generó es Neuquén, que generó 7.000. Y Vaca Muerta está funcionando a una velocidad impresionante.
Entonces creo que el problema es que cuando vos dividís entre ganadores y perdedores, hay una muy buena noticia para la estabilidad macro, que es que los ganadores de este modelo económico generan dólares: la minería, la energía, el campo, etcétera. Ahora, los ganadores no generan empleo y, por otro lado, los perdedores, uno se podría poner contento porque son los que te consumen dólares, pero al mismo tiempo son los que te generan empleo. Entonces, la idea de que la gente que se queda sin trabajo en una línea automotriz en Córdoba se va a mudar en masa a Neuquén no tiene sentido económico ni técnico, porque esas actividades que ganan tienen pocos eslabones. Para atrás ni que hablar, porque son en general actividades primarias, con lo cual arrancan ahí; y para adelante tampoco, porque no es que Argentina va a subir su exportación de petroquímicos, va a exportar gas y petróleo.
Yo pensaba que en algún momento el Gobierno iba a tener algún tipo de política industrial que uno podría caracterizar como ortodoxa, de derecha, máxime en este mundo donde hoy el comercio internacional es un comercio internacional administrado. No hay nada que se le parezca ya a libertad de comercio en el mundo de Donald Trump, de China, de la guerra de Rusia con Ucrania. Entonces, me parece que es un doble error. Es un doble error porque la teoría económica muestra claramente que no hay ese fenómeno de maleabilidad absoluta de la fuerza de trabajo: no rompo empleos que saben construir microchips y los reabsorbe la industria del turismo. No pasan esas transiciones. Pero, segundo, en este contexto internacional, abrirse al exceso de oferta que tiene China producto del cierre de la economía norteamericana me parece que es un error que paga un costo en términos de empleo muy alto.
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Fijate vos que ni Macri ni Alberto Fernández pudieron reelegir. Y aquí lo que nos estamos planteando es que volvería a aparecer un Presidente con capacidad de ser reelecto, un hecho que se da cada 20 años. En el caso de Menem, como en el caso de Cristina, las alternativas que aparecieron venían a decir: “La economía está bien, el problema es la ética". En este caso, creo que estaríamos frente a una situación distinta, que tendría que ver con que si te surge una alternativa es porque la economía se demostrase que no estaría bien.
No, yo creo que el problema de eso es no ponderarle a Milei el vaso medio lleno, que es la inflación. Después de la elección que tuvimos este año, me puse contento porque dice algo de nuestra sociedad que para mí es muy bueno, que es que esta idea de que la gente vota porque la llevan como ovejas a un lugar es totalmente falsa. O sea, vos mirás provincia de Buenos Aires: la gente votó de una manera para intendente, de una manera para gobernador, de una manera para diputados, todas distintas entre sí. En Santa Fe, la gente votó de una manera la reforma constitucional y de otra manera la elección nacional. Entonces, me parece que la gente es mucho más sofisticada de lo que muchas veces la política quiere decir.
¿Qué entiendo yo que está pasando? Por supuesto que Milei es el resultado de los últimos dos presidentes y un ministro de Economía que duplicaron la inflación del anterior. O sea, (Mauricio) Macri duplicó la inflación de Cristina (Kirchner), Alberto (Fernández) la de Macri, y Massa la del propio Alberto. Entonces, la gente dijo: “Bajame la inflación”. Y en esto no creo que sea ignorante la gente: obviamente nadie creyó que bajar la inflación era un camino de rosas. Entonces, mi impresión es que este apoyo que recibió Milei es: “Ok, yo sabía que para bajar la inflación había que hacer un esfuerzo. La bajamos”. Uno diría: no es que tarea cumplida, pero por supuesto que ahora la velocidad baja de la inflación es mucho más dificultosa, mucho más lenta, y sobre todo es mucho más dificultosa y mucho más lenta porque tiene que venir de la mano una recuperación del consumo.
Entonces, mi impresión es que, si Milei va a las urnas en 2027 pero con exactamente esta misma combinación de actividad e inflación, eso que hoy le hizo ganar, en 2027 le puede hacer perder. Porque esta combinación de inflación y actividad después de dos años más, donde tenés las manos libres para hacer cosas, podría ser muy mala. Mi impresión es que el único desafío es que la sociedad no se cree que la oposición tiene un programa para elevar el consumo sin volver a la dinámica de inflación, cepo y economía cerrada que vio, sobre todo, en el último gobierno del Frente de Todos. Y me parece que eso es lo difícil de mostrar. El plano progresista, peronista, nacional y popular de la Argentina siente que discutir inflación es una agenda de ricos, del mercado financiero o de derecha, por decirlo mal y pronto. Y la dinámica inflacionaria de 2023 mostró que era exactamente al revés: una persona de ingresos altos sabía cómo comprar un instrumento financiero que lo protegiera de la inflación; una persona de bajos ingresos tenía que salir corriendo al supermercado porque sabía que la semana que viene la leche iba a salir 5% más que hoy. Alguien del lado de la oposición tiene que tener la credibilidad de decir: “Yo sé cómo recuperar el consumo sin inflación”, me parece que ahí Milei va a seguir teniendo unas altas chances de reelegir.
Milei habló de las importaciones y dijo: "Si ustedes abren la economía y un sector quiebra, es porque el bien que ustedes están trayendo de afuera es de mejor calidad y o más barato. Cuando pasa eso, ustedes tienen un ahorro y ese ahorro lo van a gastar en otro bien que además es más productivo y lo quiere la gente, con lo cual en realidad no se produce pérdida de empleo". En la época de Clinton en Estados Unidos, cuando se planteaba que si no existiese China la vida de los norteamericanos sería mucho peor, porque uno iba al supermercado y dos terceras partes de los productos eran chinos porque eran más baratos. Esta idea de que es fungible la cantidad de trabajadores, que los saco de un lado y los pongo en el otro, no es lo mismo en economías desarrolladas que en Argentina, que tiene pocos lugares de competitividad.
A mí me hacía acordar a mi primera materia en la carrera de economía. Si yo te la tuviera que explicar en términos de Milei, es una carrera en la cual en la primera materia te enseñan eso que explicó el Presidente, y en las otras 32 te explican por qué eso está mal y no funciona. Y ni siquiera por argumentos de tipo empírico, si no por argumentos de tipo teórico. Hay dos trasfondos en esa declaración. Uno es que los trabajadores son como una especie de plastilina que se adaptan a cualquier sector siempre, cuando su salario baja lo suficiente como para que a alguien le sea rentable contratarlos. Entonces vos decís: "Abro la importación de juguetes, dejo sin trabajo a 10.000 personas en la industria del juguete, que antes cobraban 2 millones de pesos; ahora están dispuestas a cobrar 1 millón de pesos". Entonces, en esa teoría hay un señor en Vaca Muerta que dice: "No, reemplazo tres tubos sin costuras por 10.000 trabajadores, porque ahora los trabajadores son más baratos que los tubos sin costura". La relación entre salarios y costo del capital cambia. No funciona.
El segundo punto es que cuando uno lo piensa respecto de quién se está abriendo Argentina, es China, pero también Vietnam, Malasia, países donde en nuestro comercio internacional apareció un cero y ahora empiezan a aparecer déficit de 15 millones de dólares. Lamentablemente, no deben de hablar de eso cuando se juntan, pero el actual secretario de comercio de Trump tiene un libro con el título "No hay tal cosa como libre comercio", donde él dice: "Por supuesto que a nosotros nos encantó cuando vinieron los bienes chinos porque, como consumidores, disfrutamos de cosas más baratas, pero nosotros antes que consumidores somos trabajadores, y ahora nos dimos cuenta de que si importamos bienes chinos, en realidad lo que estamos importando son salarios y condiciones laborales asiáticas. Y en Estados Unidos esos salarios y esas condiciones laborales no ocurren ni queremos que ocurran". Entonces, hay que balancear. Yo también me puse contento cuando mi mamá me dio 2 pesos y me dijo: "Andá y comprate lo que quieras", porque había un local que decía "todo por 2 pesos". Pero, acto seguido, en Berazategui, donde tenemos a la principal productora de vidrio de Argentina, dejaron de hacer vasos porque la docena de vasos de China valía 2 pesos. Entonces, eran condiciones de competitividad que, para el trabajador local y para el empresario local, era imposible de enfrentar.
El salario mínimo sigue en picada, el poder de compra en los últimos dos años perdió casi el 36%
Y hay un tercer argumento muy liberal. Yo aceptaría competir contra países capitalistas. Competir contra un capitalismo de Estado como es China es suicida. Te doy un ejemplo que hoy lo está discutiendo Trump respecto de Nike, el principal productor de calzado deportivo. Nike tiene un millón de trabajadores en Vietnam. Entonces, Estados Unidos le dice: "Te voy a poner 100% de aranceles. Traé esa fábrica a Estados Unidos". La relación salarios Vietnam–Estados Unidos es 5 a 1. Son trabajadores que en Estados Unidos valen cinco veces más. Y el costo del capital en lo que es la periferia asiática, en general, muchos de esos países que tienen la tradición de capitalismo de Estado, como China, el Estado les alquila las máquinas al productor de calzado con un leasing que puede ser de 3% por año.
¿Vos querés que una compañía de Argentina compita contra un costo de capital de 3% y contra salarios que, si en Estados Unidos es 5 a 1, acá deberíamos estar 6 o 7 a 1? No va a quedar nada. Si Milei cree que hay esa sustitución entre capital y trabajo, y seguimos abriendo la economía así, en un momento el petróleo en Vaca Muerta se va a hacer solo con personas; el costo del capital va a tener que ser infinito, o el salario va a tener que ser cero, para que absorbamos esa mano de obra que queda libre. Los presidentes siempre tienen que tener alguna retórica que les permita atravesar un mal momento y decirte que el horizonte está muy cerca y lo vamos a alcanzar. Mi problema es que cuando vos ves la política económica, y particularmente la política comercial, arancelaria y para-arancelaria de Milei actúan como si de verdad creyeran que esa sustitución va a ocurrir.
Mirá la esperanza que albergo, que es paradojal: creo que el acuerdo que estamos firmando con Estados Unidos, en términos comerciales, se está empezando a preocupar de esto. Porque la locura es que Scott Bessent nos está dando 3.000 millones de dólares para que nosotros traigamos autos, juguetes, y ropa de China, país del cual Estados Unidos está intentando cerrarse. Entonces, me parece que en ese acuerdo tal vez haya algún tipo de protección razonable para una economía que ni siquiera aplica como una economía capitalista.
Vos fuiste viceministro de Economía de Axel Kicillof. Uno de los temas a partir del endeudamiento ayer aceptado por la Legislatura bonaerense es la autonomía de Axel para cerrar bien sus últimos dos años del segundo mandato de gobernador y ser candidato natural del peronismo. Hay discusiones que hay es cuánto lo contamina a Axel el elemento tóxico que significa el kirchnerismo y se lo discute más como ministro de Economía que fue que como gobernador que es. ¿Qué posibilidades hay de nuevas concesiones económicas que respondan a que el votante busque a alguien que le genere desarrollo, pero que no le genere temor de que vuelva con el cepo, la inflación y la emisión?
En estas discusiones muy increíbles que está habiendo en el peronismo, muchas veces cuando el clima de época es el ajuste paga en las urnas, muchos traen a colación el ajuste que hizo Perón en los 70. Nadie reivindica el ajuste de Axel en el 2014. Y ese yo lo conozco bien porque me tocó diseñarlo y nosotros en ese momento, insisto, como participantes del segundo gobierno de Cristina. No es que éramos una especie de patrulla perdida de la extrema derecha que nos infiltramos en el gobierno de Cristina. Lo que decíamos es: "Miren, se nos acabaron los dólares, hay que ajustar". Y cuando a vos se te acaban los dólares, no es que ser de izquierda o peronista o progresista es no ajustar, porque si vos no ajustás, se ajusta el mercado, y cuando ajusta el mercado, el que paga más ese ajuste es el que peor está, porque el mercado obviamente corta la cadena por el eslabón más débil.
Entonces, nuestro punto, desde una posición progresista, es decir que se nos acabaron los dólares, y tratar de que el ajuste caiga menos sobre los que peor están y un poco más sobre los que están un poco mejor. Entonces, por supuesto, cuando uno ve qué visión política se tiene de esa gestión en 2014, cuando a Axel se lo quiere ponderar de manera positiva se dice que ese es el Axel que hizo el Progresar, el Procrear, el Ahora 12, todas medidas de fomento al consumo. Y cuando se lo quiere ver negativo se dice que ese fue el que arregló con el Club de París, el que le pagó a Repsol, el que devaluó, el que subió la tasa de interés".
En la compleja relación que hay entre la técnica económica y la dinámica político-partidaria, trato de explicar que a los programas económicos se les dice recetas justamente porque vos no los podés juzgar por sus ingredientes tomados de manera aislada. El arte está en cómo combinás esos ingredientes y cuál es el resultado final. O sea, si vos me decís: "Mirá, Emmanuel, estoy mirando un programa económico de un país en Latinoamérica y dentro de los ingredientes tiene devaluación. ¿Vos dirías que es de derecha o izquierda?". Yo te diría que no te puedo contestar. Entonces, a veces me parece que la trampa en la que ha quedado el progresismo es que devaluar es de derecha, subir las tarifas es de derecha, abrir la economía es de derecha, endeudarse es de derecha.
Después cuando te toca gestionar o hacés una tarea pedagógica explicando que ese no es el caso, o lo tapás con alguna otra noticia. En la gestión de la provincia de Buenos Aires se ve claramente, cuando uno mira la dinámica del gasto público de la provincia de Buenos Aires, la caída del gasto es mayor que la caída del gasto de Nación. Tiene todo el sentido del mundo. Axel recibía transferencias extraordinarias de parte del gobierno Alberto Fernández. Sumado a eso, la caída de la coparticipación y la caída de la economía. Si no ajustaba más que Milei, volaba el déficit por el aire.
Si uno se va 50 años para adelante y agarra un estudiante de Economía y le dice: "Mirá esta serie de datos y decime cómo catalogás la política económica entre 2014 y 2015 o la gestión económica de la provincia de Buenos Aires". El tipo te va a decir que es una cosa medio normal. No te podría decir ni que es Venezuela porque se fue la hiperinflación, ni te podría decir que no sé, es Suiza porque desreguló las finanzas. Y a mí me parece que Axel es eso. Cuando se ha enfrentado a circunstancias complejas ha tenido una caja de herramientas muy amplia, como es estatizar YPF pero pagarle al accionista viejo. Argentina hubo toda una controversia con Techint producto de que Hugo Chávez le estatizó una compañía en Venezuela y no se las quería pagar. Ahí tocó expropiar, no es una medida que al mercado le guste, y el ministro, consciente de esas restricciones, dijo "Uno, acá se paga por esta compañía lo que hay que pagar. Dos, la gestión de la compañía va a ser una gestión profesional".
Entonces, yo creo que, si se lo mira a Axel con el prisma de la discusión política, uno pierde en riqueza de gestión y en pragmatismo. Dicho esto, el mercado lo va a evaluar por la retórica, no por todo lo que acabo de decir. Entonces, me parece que yo no me dedico a la política, no te sabría dimensionar las dificultades que puede tener Axel para eventualmente ser presidente. Sí me animo a dimensionarte las dificultades que va a enfrentar con el mercado si en algún momento evaluamos que esa posibilidad existe y que no son muy distintas a las que enfrentó Lula en el 2000. Axel deberá convencer a los mercados en 2027 como Lula.
Lula pasó del dólar de 180 a 4 y después de cierta cantidad de años bajó 160. Ahora, ¿no creés que ese sería un talón de Aquiles para él? Porque si hubiera un overshooting, porque él generara injustamente expectativas negativas de tal magnitud, la sociedad, por miedo, no lo vote a que se produzca eso y sufra durante ese período.
El mercado financiero es injusto. Los economistas lo caracterizamos como una dinámica de euforias y depresión, que no es una dinámica muy racional. Lo que uno no puede hacer es quejarse de la realidad. La realidad es la que es. Y te digo algo: la verdad que la dinámica de Lula es para aprender, porque en el peor momento del mercado, cuando se da cuenta de que Lula iba a ser presidente, el spread de Brasil, el riesgo país, llegó casi a los 2000 puntos básicos. Al año, Lula lo había puesto en 400. Y eso fue, básicamente, profesionalizando la gestión del Ministerio de Economía y la gestión del Banco Central. Y profesionalizar no quiere decir volverla de derecha, porque ese mismo presidente del Banco Central y ese mismo ministro de Economía aceptaron un programa como el Bolsa Familia. No es que le dijeron que no se les puede dar plata a los que peor están.
Ahora, me parece que si vos, para gana tenés que decir que vas a destruir la economía, y lo tenés que decir y lo decís a sabiendas, lo único que no podés hacer es quejarte después de que después te pase lo mismo. Y esto vale para un candidato que podría estar volcado a la izquierda como Axel, pero también valió para un candidato que estaba muy volcado a la derecha como Milei. Y lo digo específicamente porque este es un gobierno que habla del "riesgo kuka", y yo creo que tiene de dónde agarrarse, porque en campaña se escuchó no pagarle al FMI, cobrar un impuesto a la fuga de capitales, desconocer la deuda externa, de parte no de la extrema izquierda, de parte del núcleo de la oposición del peronismo. Ahora, el gobierno que se queja del riesgo Cuca es el gobierno que decía: "No renueven los plazos fijos porque el peso es excremento y voy a dolarizar".
Es desagradable ser autorreferencial, pero quisiera cosas como las que pasó entre Alberto Fernández y Mauricio Macri, donde en un momento dijeron: "Hasta acá. No sigamos apuntando una devaluación, no sigamos diciendo que esto se va a ir al demonio. Si hay que poner un cepo, pongámoslo y acordemos y no usemos eso electoralmente". Eso le costó a Alberto muchos votos, pero yo creo que salvó a la población de mucha pobreza.
Ahora, ya se había producido antes, en agosto.
Pero Alberto era una jugada de Cristina por derecha, no por izquierda. No obstante, el mercado se derrumba porque, de hecho, lo que pensaba el mercado es que Macri ganaba por poquito. Entonces, obviamente, al mercado no le gustan las sorpresas. Ahora, me parece que cuando Alberto vio lo grave de la situación y empezó a hablar y empezó a coordinar con Macri, ahí después de mucho tiempo vimos dos presidentes que dijeron que no iban a jugar con eso. Y obviamente, para Macri fue bueno. Salió de gira, juntó un montón de gente en las plazas y recortó un montón la diferencia. Y en términos de diputados, eso le implicó seis o siete más.
Carta entre Lula y Cardoso, ¿te imaginás? Carta entre Milei y Axel. Es algo específicamente argentino, porque Zohran Mamdani y Trump se juntan, hablan y hasta parece que tienen puntos de contacto. Cuando vos tenés un gobernador que tiene a cargo más de un tercio de la población y un presidente al cual lo votó 40% de los argentinos, yo no te digo que sean amigos, que tengan cartas, pero por lo menos que haya una relación formal que incluso podría ser entre los ministros, porque económicamente el tenedor de bono de la provincia de Buenos Aires y el tenedor de bono de Argentina están mirando eso todos los días.
TV/DCQ