Mercado cambiario

Luis Secco: "Todos esperan una modificación de la economía tras el 26 de octubre"

El economista analiza la dinámica del mercado financiero y el impacto de las medidas del Banco Central y del Tesoro. Advierte que la combinación de volatilidad cambiaria, baja de tasas y demanda privada de dólares genera riesgos económicos importantes en las semanas previas a las elecciones legislativas.

Luis Secco, economista Foto: Twitter

El director de la consultora Perspectivas Económicas, Luis Secco, analiza la situación financiera previa a las elecciones y advierte sobre los riesgos de las decisiones recientes del Banco Central y del Tesoro Nacional. Según explicó en Modo Fontevecchia, por Net TV y Radio Perfil (AM 1190), “todos esperan una modificación de la economía tras el 26 de octubre”, y agregó que la combinación de baja de tasas y fuerte demanda de dólares del sector privado genera un escenario de volatilidad.

Luis Secco, economista y director de la consultora Perspectivas Económicas, es editor de su conocido newsletter y fue asesor económico de la presidencia de Fernando de la Rúa, además de haber sido director general de análisis estratégico de la Secretaría de Inteligencia del Estado y, desde 1988, profesor titular de la Facultad de Ciencias Económicas de la Universidad de La Plata. A lo largo de su carrera, también fue columnista invitado en distintos diarios, y columnista de Perfil.

Estaba muy interesado en entender qué pasa con las tasas: ¿Cómo se puede pasar de niveles del 80% a apenas dos semanas después al 25%, y qué vínculo tiene eso con las expectativas de devaluación, la corrección cambiaria y el panorama posterior al próximo domingo 26 de octubre?

Detrás de este movimiento hay una señal del Banco Central que busca tasas más bajas y actúa en ciertos mercados para lograrlo. Me parece un error, porque en este momento circulan muchos pesos, producto de las compras de divisas del Tesoro, y deberían absorberse para evitar que terminen presionando sobre el dólar. 

Hoy, por ejemplo, el mercado mayorista había llegado a 1.435, pero aparecieron órdenes de venta por debajo de ese valor y el precio retrocedió. En cambio, el contado con liquidación —los dólares paralelos— se mantiene un 10% por encima del tipo de cambio oficial. El Banco Central intenta sostener un dólar barato y tasas reducidas, pero considero que es una estrategia equivocada. Aunque bajen, la actividad no va a repuntar antes de las elecciones. Es, en definitiva, una política de corto plazo que busca mostrar estabilidad.

¿Cómo se explica que el propio Banco Central y el Ministerio de Economía pasaran de defender tasas del 80% a sostener el 25% en apenas 15 días?

Es un cambio abrupto de rumbo, muy influido por el resultado electoral en la provincia de Buenos Aires. Se insinuaba antes de los anuncios sobre una posible ayuda de Estados Unidos y de la entrada extraordinaria de dólares por la reducción temporaria de retenciones. Ahora lo están logrando porque abundan pesos. Hasta ayer, se habían liquidado 4900 millones de dólares y el Tesoro compró menos de la mitad. Eso muestra que hay una fuerte demanda privada que absorbe el resto. Por eso, bajar más las tasas solo acelera la dolarización de los ahorros, cuando queda tan poco para la elección.

Por ejemplo, cuando se hablaba en su momento de que los argentinos compraron 5000 millones de dólares en un mes para dólar ahorro, Juan Carlos de Pablo decía: “Bueno, pero hay que tener en cuenta que si alguien compra alguien vende y que finalmente son argentinos que pasan de la mano de uno a otro. ¿Cuándo son intercambios entre privados y cuándo dólares los compra o los vende, salen de las reservas que tiene el Banco Central?”.

Bueno, yo le dije: Juan Carlos hizo una simplificación en esa explicación, porque vos recordabas que hay una serie de regulaciones que obliga, por ejemplo, a los exportadores a liquidar dentro de los 3 días. Por ejemplo, un exportador de estos famosos 7000 millones de dólares tenía 72 horas para vender los dólares en el mercado mayorista. O sea, no podía presentar la declaración privada “voy a exportar de acá a un año tanto” y venderlos cuando quiera, esos dólares.

Por lo tanto, el que compra dólares le compra dólares a alguien que está obligado a venderlos. Entonces no es que cuando alguien compra alguien vende. Muchos de los que venden lo hacen porque no les queda otra. De hecho, lo que vimos esta semana que pasó fue que muchos de esos exportadores terminaron comprando los famosos bonos que ajustan por dólar. Alguien los compró, y los exportadores, con los pesos que recibieron, fueron y adquirieron lo más parecido que había al dólar: el dólar link, los bonos que ajustan por dólar que emite el Tesoro.

En un caso, el Estado adquiere dólares para pagar deuda, y el Banco Central, a lo mejor, interviene, o en este caso el Tesoro actúa para sostener el dólar bajo. Me gustaría que explicaras esa otra relación de compra y venta, que directamente muestra cómo el Estado, tanto a través del Tesoro como del Banco Central, termina funcionando como agente en el mercado.

El Banco Central vendió algunos dólares en el techo de la banda la semana anterior a los anuncios: 1100 millones de dólares. Pero dentro de la banda se ha cuidado de intervenir, ya sea comprando o vendiendo. El que sí intervino dentro de la banda fue el Tesoro, vendiendo. Con lo cual, había alguien que vendía, no porque quisiera, sino para mantener el tipo de cambio bajo control. Ahora está el Tesoro comprando. Y me parece que buena parte de lo que estamos viendo en el mercado indica que quiere adquirir baratos los dólares, todos los que pueda. Aunque, ya te digo, de todo lo que se liquidó por los exportadores, solo compró menos de la mitad.

Básicamente, 4900 millones que vendieron los exportadores, 2100 que adquirió el Tesoro. Entonces, los otros 2800, ¿dónde están? Alguien los compró. ¿Y por qué no compró el Tesoro esos 2800 también?

A ver, una hipótesis: en lugar de acumular reservas, dejando que privados compren la mitad de los dólares que genera la baja de las retenciones, alimenta para que el dólar no aumente, o la presión sobre el tipo de cambio no crezca.

Y baja la tasa, digamos. Por eso te decía que la baja de tasa conspira contra eso, porque muchos desarman sus posiciones en peso para adquirir los dólares baratos que el gobierno influye para mantener así. Entonces, no sé, es muy loco todo. Me parece que tiene un objetivo muy de cortísimo plazo electoral, y al mercado todavía le cuesta ver para dónde van las autoridades. Porque, digamos, falta mucho. Yo hoy tengo ganas de decirte: todavía falta mucho para la elección. 

¿Creés que es algo concreto de parte de los Estados Unidos? ¿Crees que el famoso tema del rulo, que termina generando como consecuencia por primera vez nuevamente una brecha entre el dólar oficial y los dólares no oficiales del 10%, fue una medida correcta? ¿No fue incorrecto mantenerlo durante más tiempo del necesario? ¿Cuál es tu propio análisis del tema?​

Es una señal, para mí, negativa porque es como que volvés al cepo que alguna vez festejaste porque lo hubieras eliminado. Es una de las restricciones más importantes del cepo anterior. No es una buena señal, ni hacia adentro ni hacia afuera. Para mí también forma parte de estas medidas que, a veces, son tomadas, no sé si a las apuradas, pero mal comunicadas, en el medio de una rueda, y generan mucha zozobra, sensación de que la situación está descontrolada.

Me parece que hay que tratar de tranquilizar un poco al mercado y no generarle más ruido con estas declaraciones o medidas, a la espera de que en octubre haya un programa nuevo. Porque ya lo que queda evidente de todas estas cosas que estamos hablando, incluso, imaginate, 7000 millones de dólares en 3 días, ayuda o apoyo por ahora excepcional del gobierno norteamericano, y aun así tenés toda esta, toda esta cosa, estas señales recurrentes de que algo está pasando. 

Las dinámicas previas, que cada tanto aparecen, muestran que no puede ser que baje el riesgo país, pero tuvimos viernes y lunes de alza. Lo mismo pasó con el precio de los bonos, cayendo, las acciones cayendo, el dólar subiendo. Digo, está claro que el programa tiene que ser modificado. Y mientras eso esté en el panorama de los argentinos, ahí a la vista, porque está cada vez más cerca, vamos a tener días de muchísima volatilidad

Dos de cada tres bonaerenses están en contra del acuerdo con Estados Unidos

La brecha conspira, obviamente, contra la inflación, porque es una señal. Esa es la fiebre del problema. Pero creo que estamos en una situación en la cual la baja de tasa de interés puede jugarle en contra de acá a una semana, obligarlo a subirla para defender los pesos y tratar de que el dólar no se escape de vuelta al techo.

 

MV / EM