Manuela Castañeira: "Milei es responsable ideológico del triple femicidio"
La candidata a diputada nacional por el Movimiento Socialista Avanzado alerta sobre la violencia contra jóvenes en contextos de extrema pobreza. A diario, advierte, que casos como el de Morena, Brenda y Lara, muestran la urgencia de políticas que protejan a las víctimas.
La candidata a diputada nacional por el Movimiento Socialista Avanzado, Manuela Castañeira, responsabilizó al Gobierno por el crimen de Morena Verdi, Brenda Loreley Del Castillo y Lara Gutiérrez ocurrido entre Florencio Varela y La Matanza. Según explicó en Modo Fontevecchia, por Net TV: "Javier Milei es responsable ideológico del triple femicidio", y agregó que sus políticas dejan desprotegidas a las jóvenes frente a redes de trata y explotación sexual.
La candidata a diputada por el Movimiento Socialista Avanzado, Manuela Castañeira, es socióloga, egresada de la Facultad de Ciencias Sociales de la Universidad de Buenos Aires, activista feminista, política anticapitalista y referente social. A lo largo de su trayectoria, se presentó como candidata presidencial en las elecciones de 2015, 2019 y 2023.
La propuesta del partido del que sos referente, Movimiento Socialista Avanzado, para las elecciones presidenciales de este año es que el salario mínimo sea de 2 millones de pesos. ¿Cómo se hace?
En primer lugar, forma parte de un plan global, y te lo traje por escrito porque, viste, hábitos no solo de militante sino de socióloga: tener todos los fundamentos bien a mano. Para nosotros, la propuesta del salario de 2 millones no es una medida aislada, sino parte de un plan integral. Y, en realidad, es ante todo una propuesta política.
¿Qué sucede en la Argentina? ¿Qué es lo común dentro de lo diverso, dentro de todas las problemáticas que nos rodean y de las que hablamos? Esta macro que aparece trata de presentar una realidad y confundir el mapa con el territorio, por ejemplo, olvidando lo cualitativo, la vivencia y a las personas. Esto también se lo comenté al presidente Javier Milei en un debate: tu economía no tiene sociedad. Si no planteamos un sistema en Argentina que permita vivir a la población, ¿de qué estamos hablando? Si la canasta básica total ronda los 1.900.000, ¿por qué no pensar un salario de 2.000.000 como piso para una vida digna que además eleve las jubilaciones? La capacidad instalada en el país está en el 45%.
Si aumentamos el consumo, se podría llevar al 65% rápidamente. Quiero que el debate sobre el salario llegue al Congreso, porque todavía no existe un proyecto concreto.
Algunos dicen que el aumento saldría de la mayor producción. Considero que en parte proviene del crecimiento económico, pero también hay que analizar a quién se le aplica el esfuerzo. Recientemente se entregaron más de 2.000 millones a las cerealeras, ni siquiera a los pequeños productores, generando malestar en el campo. Entonces, no se trata solo de crecimiento, sino de quién aporta y quién recibe. En mi plan, los fondos se obtuvieron únicamente de los trabajadores, y considero que este tema requiere un debate sobre alternativas. El ajuste fiscal y el argumento de que el déficit era el mal principal ya no convencen; la sociedad lo probó y sabe que no resuelve el crecimiento ni mejora.
El embajador de Chile, quien fue jefe de gobierno de Allende y también representante de Boric y Bachelet, explicó que el salario mínimo en Chile es el doble que en Argentina. Aquí, en la discusión sobre poder fiscal, surge la pregunta: ¿por qué no se bajó el impuesto a los empleados en lugar de a las seis empresas exportadoras? Porque ellas poseen capacidad de resistencia. Lo mismo ocurre en Europa con los superricos, donde el 1% más rico se apropió del 70% del crecimiento de la renta en los últimos cinco años. Esto es un fenómeno global: los Estados tienen menos poder debido a la globalización y la volatilidad de los activos.
Elevar el piso salarial también protege a los trabajadores frente a posibles devaluaciones y al aumento de gastos inflexibles, como tarifas y servicios. El debate no es solo económico; es político y de voluntades. Las soluciones existen, pero dependen de la decisión de los centros de poder y del peronismo en Argentina. No se puede combatir la derecha ni limitar las ganancias extremas sin enfrentar la ideología dominante. La discusión sobre impuestos y redistribución de riquezas es mundial, y existen formas judiciales para aplicar medidas que hoy solo se usan para reprimir la protesta social.
Se trata de algo político, y creo que hay que probarlo. Además, hay un problema: la sociedad tiene hartazgo de esta situación. Entonces, ¿de dónde vamos a sacar las riquezas? ¿Van a seguir saliendo de los bolsillos de los trabajadores? Yo creo que es un gran momento de discusión de alternativas. Los anticapitalistas tenemos un montón de propuestas y una mirada alternativa para dar, y tenemos que formar parte del debate, por eso quiero entrar al Congreso.
¿Qué opinás sobre la candidata de Chile por el Partido Comunista, Jeannette Jara, que todo indica que ganará en primera vuelta pero tiene menos posibilidades en la segunda?
Tengo una mirada amplia sobre el fenómeno global: estamos viviendo un momento favorable para la discusión de izquierda. No solo en Chile, sino también en Estados Unidos. Por ejemplo, el candidato a alcalde de Nueva York o Alexandria Ocasio-Cortez, representa este impulso. Una encuesta reciente mostró que la palabra más elegida por las juventudes es “socialismo”. Esto indica que el debate mundial sobre alternativas está creciendo y es positivo.
Existen casos más particulares que critico, como el Partido chileno, cuyas ideas considero aburguesadas, similares a los peronistas de Argentina. Soy trotskista y defensora de las libertades democráticas, por lo que tengo críticas desde la izquierda a esos procesos. Sin embargo, todos formamos parte de una discusión global sobre alternativas que debe incluir a los anticapitalistas y, en Argentina, también a las feministas.
¿Qué viste en la calle respecto de la reacción de la sociedad al triple femicidio, triple narcofemicidio?
En principio, es fundamental proteger y respetar a las familias de las víctimas. El gobierno, la justicia y la policía pusieron mayor atención en las familias que en las redes que facilitaron esta masacre de tres jóvenes. Quiero destacar un punto: el discurso del gobierno influye, y las palabras de violencia habilitan hechos violentos. La semana pasada fui cuestionada por figuras del gobierno como Bullrich y Espert, por atribuirle a Milei la responsabilidad ideológica del femicidio.
Existe un intento desde el Estado de minimizar la figura de femicidio legal, que reconoce tanto la opresión basada en el género como los mecanismos para actuar frente a estas situaciones. Es una política de Estado. Normalizar que asesinar a una mujer tenga consecuencias menores que asesinar a un hombre por el mismo motivo perpetúa la violencia extrema. Gracias a la movilización del feminismo, se logró finalmente reconocer la carátula correcta de femicidio.
Además, el sábado pasado acompañamos a una familia muy grande y extensa, y constatamos la extrema barbarie de las condiciones materiales que empujan a adolescentes y jóvenes a las redes de trata. Es importante visibilizar la explotación sexual, porque se habló de muchas cosas, menos de esta situación y de lo que significa que una adolescente de 15 años se vea forzada a vender su cuerpo, expuesta a violencia extrema y a un riesgo de muerte difícil de describir.
Además, ¿cómo puede ser que, sobre esto, exista un gobierno —y digo Estado— que ejerce violencia y, al mismo tiempo, quiera negar esta situación o desviar la atención? La extrema pobreza obliga, por un lado, a un sector muy vulnerable de chicas a buscar esa salida y a muchos chicos a convertirse en “soldaditos”. Finalmente, es la misma problemática que se manifiesta con herramientas según el género, pero las causas son las mismas.
Totalmente. Son dos caras de la misma moneda. Para nosotras, es importante visibilizar lo que no se quiere mostrar: la explotación sexual, donde además se culpa a las víctimas y a sus familias. En los barrios se sabe que muchas chicas estaban atrapadas en estas redes; ¿qué otra opción tenían? Esa es la tragedia: no tenían alternativa, ni ellas, ni sus vecinas, ni muchas otras jóvenes que vivieron esta situación y que ahora se están movilizando.
El problema central es enfrentar esas condiciones materiales. Desde el punto de vista social, hay otro factor: este gobierno, con su ataque sistemático a las organizaciones sociales, permitió que avance el narco en los barrios. Son mujeres con muy pocos recursos las que combaten al narco, ofreciendo alguna alternativa
Los centros de readaptación para personas que consumían drogas y querían salir de esa situación son muchos y diversos. Nosotros no planteamos que el presidente Javier Milei sea autor intelectual, sino que la ideología libertaria resulta funcional a la economía narco, porque propone que el delincuente es un comerciante que asume riesgos. Además, muestra empatía con la idea de que cada persona debe buscar su solución independientemente de los conceptos morales, lo que puede incluir la prostitución, la venta del cuerpo o el alquiler de vientre.
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Esta visión trata a las personas como mercancía. Lo que desconoce es el entramado de violencia que atraviesa esas situaciones: la venta de cuerpos afecta sobre todo a mujeres, adolescentes y niñas que terminan en esa situación por tener muchos menos recursos. Bajo el manto de desigualdad se oculta la opresión, la asimetría de poder y la concentración de riqueza de unos pocos sobre las necesidades de muchos.
mv/mu
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