Efemérides

Los 6 países del mundo donde la Navidad no se celebra oficialmente

Lejos de una celebración universal, el 25 de diciembre traza un mapa desigual atravesado por tradiciones y creencias diversas. A partir de historias religiosas, políticas y culturales propias, millones de personas viven esa fecha como un día más, al margen de la tradición occidental.

Varios países no celebran la Navidad de manera oficial o pública debido a predominio musulmán, budista, ateísmo estatal o prohibiciones explícitas Foto: Gemini

Lejos de la celebración que marca el nacimiento de Jesús en gran parte del mundo, existe un puñado de naciones donde el 25 de diciembre es, a efectos legales y sociales, un día más en el calendario. Allí, las razones varían entre el fervor religioso islámico, el hermetismo de regímenes totalitarios y un laicismo arraigado en la identidad nacional.

La "Navidad global" es, en realidad, un mapa con grandes zonas grises

A continuación, analizamos los seis casos más emblemáticos donde la Navidad carece de estatus oficial:

Uruguay, el pionero del laicismo en América Latina

A diferencia de sus vecinos regionales, Uruguay es el único país de mayoría cultural cristiana en Occidente que eliminó la Navidad de su nomenclador oficial hace más de un siglo. En 1919, bajo una fuerte ola de secularización, el Estado renombró las festividades religiosas. El 25 de diciembre pasó a llamarse oficialmente "Día de la Familia".

Si bien la población lo celebra en el ámbito privado, para el Estado uruguayo, la connotación religiosa ha sido formalmente desplazada por el valor civil de la unidad familiar.

Arabia Saudita, la custodia de la tradición islámica

En el Reino de Arabia Saudita, la práctica pública de cualquier religión que no sea el Islam ha sido históricamente restringida. Aunque en años recientes el país ha mostrado una apertura económica y turística sin precedentes bajo la "Visión 2030", la Navidad no es una festividad oficial. Durante décadas, la policía religiosa prohibía incluso la venta de parafernalia navideña. Si bien hoy existe una mayor tolerancia hacia las celebraciones privadas de los expatriados, el 25 de diciembre no figura en el calendario de feriados del Reino.

Corea del Norte, el culto exclusivo a la dinastía Kim

En el país más hermético del mundo, las festividades religiosas están estrictamente prohibidas por la ideología Juche. En lugar de celebrar la Navidad, los ciudadanos están obligados a conmemorar fechas vinculadas a la familia gobernante. Curiosamente, el 24 de diciembre se celebra el nacimiento de Kim Jong-suk, la madre de Kim Jong-il y "Heroína de la Revolución Antijaponesa". Cualquier intento de celebrar ritos cristianos de forma pública puede acarrear sanciones.

Tayikistán, restricciones en nombre del orden secular

Esta nación de Asia Central, de mayoría musulmana pero con un gobierno estrictamente secular, ha endurecido sus leyes contra las festividades extranjeras. Desde 2015, el Ministerio de Educación prohibió el uso de árboles de Navidad, fuegos artificiales y el intercambio de regalos en instituciones educativas. La medida busca preservar la cultura local y evitar lo que el gobierno considera "influencias externas ajenas" a la identidad tayika.

Brunéi, penas de cárcel por el espíritu navideño

El Sultanato de Brunéi, bajo la autoridad del Sultán Hassanal Bolkiah, implementó una interpretación estricta de la Sharia en 2014. Desde entonces, la celebración pública de la Navidad está estrictamente prohibida para los musulmanes, y se advierte a los no musulmanes que sus celebraciones deben ser privadas y cerradas. El uso de sombreros de Santa Claus o cualquier decoración en espacios públicos puede resultar en penas de hasta cinco años de prisión.

Somalia, una cuestión de seguridad y fe

La Navidad que duele: cuando las fiestas encienden heridas antiguas

Desde 2015, el gobierno somalí prohibió oficialmente las celebraciones de Navidad y Año Nuevo, argumentando que estas festividades "no tienen nada que ver con el Islam" y podrían provocar ataques del grupo extremista Al-Shabaab. Al ser un Estado donde la Sharia es la base legal, las autoridades sostienen que los eventos navideños son una amenaza para la fe musulmana y un objetivo de seguridad para los radicales que operan en la región.

MV / EM