El Museo de Arte Moderno de Buenos Aires inauguró "Museo Peluche", la primera gran exposición individual de la artista argentina Ad Minoliti que convierte las salas del Moderno en un museo que intenta cuestionar las distopías basadas en estéticas del derrumbe.
La artista ofrece desde su obra una atmósfera de juego, disfrute y placer sobre la base de un diálogo entre obras y narrativas silenciadas por la historia del arte, junto a una realidad que transgrede los patrones culturales aceptados por los cánones tradicionales de los museos.
"Si bien la muestra se ve súper alegre y colorida, para mí tiene conexión en este momento en particular con la lucha por la educación sexual integral, por la libertad y el cuidado para niñes trans" expresó la artista durante la presentación de la muestra a la prensa especializada.
"En ese contexto mi obra siempre trata de hacerse preguntas políticas sin caer en los estereotipos del arte político latinoamericano".
En ese sentido, uno de los dos curadores de la exposición, Marcos Krämer, señaló que "uno de los grandes valores de la obra de Ad y esta muestra es que redefinen los límites del arte político. Puede tener estos colores, esta simpatía, esta ternura y junto y detrás de las imágenes hay un caudal coherente conceptual muy disruptivo y necesario".
La obra de Minoliti rescata elementos que habitualmente son negados -tal el caso de estéticas relacionadas con lo infantil- y los suma a un conjunto de intereses que se vinculan con las luchas feministas, la problemática de género y la redefinición de normas culturales discriminatorias.
"Ya hace más de quince años que Ad se vinculaba a ciertos intereses de una forma intuitiva" señala Carla Barbero, co-curadora de la muestra, en diálogo exclusivo con PERFIL.COM.
"Pero desde hace más o menos diez años, al ponerse en contacto con las contribuciones de las teorías feministas y queer encuentra una resonancia particular para su trabajo. Sin embargo son inquietudes que siempre tuvo, que son cuestionar los valores modernos de organización del mundo (como hombre y mujer) pero también es geometría y figuración o lo cultural y lo espiritual. A partir de esos grandes binomios en los que se organizó la modernidad ella los pone en jaque todo el tiempo casi metodológicamente".
En tal sentido, las obras de Minoliti intentan disolver límites y jerarquías tanto desde su concepción formal como desde su sustento conceptual.
"Mi obra viene de pensar temas y nociones que quedan fuera de la historia del arte y todos los conceptos de la modernidad donde aparte de una historia misógina y racista también podemos pensar en el adultocentrismo, donde lo que se denomina infantil tiene una categoría menor. Ya decir menor es una cosa con connotación negativa" subraya Minoliti.
Desde ese lugar la artista entiende al diseño tradicional de los juguetes como "una primera instancia de disciplinamiento social y de división de roles a partir del género asignado".
"Si piensan en la casa de muñecas, es en relación directa a una bajada de línea de cómo hay que vivir en una sociedad heteronormada" considera Minoliti.
A primera vista los colores son parte fundamental de la muestra "Museo Peluche". Luego de un recorrido el visitante notará que aquellos que predominan son cuatro -que son los colores base de un mural que representa un ojo sobre una pared curva- y la artista explica sus significados.
"El violeta representa la lucha feminista, el naranja representa la lucha laica por la división del estado y la iglesia, el verde la lucha por el aborto legal y los derechos reproductivos y el marrón como una nota antirracista que reivindica el color de la piel".
En su investigación sobre las grandes dicotomías surgidas durante la historia y establecidas como normas a redefinir en la actualidad, Minoliti plantea también un quiebre al reunir elementos de origen tan distinto como perspectivas renacentistas o formas geométricas de las vanguardias del siglo XX con fondos de películas de animación en obras que no pierden el espíritu del imaginario de la artista.
Según Minoliti, la muestra propone "pensar una dimensión no humana o un universo alternativo donde si no está la concepción binaria se pierden las categorías de bellas artes o las referencias a las jerarquías de valores tradicionales".
El recorrido de la exposición cierra con la "Escuela feminista de pintura", una obra que nació en San Francisco (Estados Unidos) en 2018 y se recrea en el MAMBA y que funciona como lugar de aprendizaje y experimentación para los visitantes.
"A lo largo de todos los meses que dure la exposición va a haber clases que revisiten los géneros pictóricos como el retrato, el paisaje, la pintura del bodegón pero desde otros lugares" explicó Barbero a PERFIL.COM, sobre las actividades especiales que se llevarán a cabo los sábados a las 17.00 en el museo.
"Por ejemplo, el paisaje va a ser revisitado con la compañía del colectivo Identidad Marrón que es un colectivo que trabaja vinculando un montón de expresiones estéticas y políticas con las tradiciones y la cultura visual de los descendientes aborígenes. O para hablar de la belleza y discutir el canon de los cuerpos va a participar Laura Contrera, una investigadora y activista del colectivo Gordes, o la pintura de bodegón a través del investigador, artista y curador Santiago Villanueva. Todos esos géneros pueden estar visitados desde lugares distintos como para ampliar el imaginario y romper esto que a ella le interesa para generar ciertas interrupciones en la lectura de la historia del arte".
La Escuela feminista de pintura está abierta en el mismo horario que la muestra y mientras no haya actividades programadas hay dibujos hechos por la artista para colorear.
"Uno de los grandes valores del trabajo de Ad es ser consciente de la capacidad performativa que tienen no sólo las imágenes, o la posibilidad que tienen los visitantes de participar de una exposición de estas características, sino que es consciente del enorme valor que tiene una exposición para generar nuevas prácticas, nuevas formas de afecto, nuevas formas de producción de placer", finaliza Carla Barbero.
El programa de actividades de la Escuela feminista de Arte es el siguiente:
- Archivo de la memoria trans: 30 de noviembre 2019 y 25 de enero 2020
- Fatima Carou: 9 de noviembre 2019 y 4 de enero 2020
- Laura Contrera: 11 de enero 2020 y 29 de febrero 2020
- María Ibarra: 7 de diciembre 2020 y 1ro de febrero 2020
- Identidad Marrón: 23 de noviembre 2019 y 21 de diciembre 2019
- Lia Llunes: 14 de diciembre 2019 y 8 de febrero 2020
- Lucia Reissig: 16 de noviembre 2019 y 18 de enero 2020
- Santiago Villanueva: 15 de febrero 2020 y 22 de febrero 2020
La muestra "Museo peluche" se puede visitar en el Museo de Arte Moderno de Buenos Aires, Av. San Juan 350, en el barrio porteño de San Telmo, los días hábiles -excepto los martes- de 11.00 a 19.00 y los sábados, domingos y feriados de 11.00 a 20.00. El valor de la entrada general es de $50.-. Jubilados, menores de 12 años y estudiantes ingresan gratis con certificados que lo acrediten. Los miércoles la entrada es gratuita para todo el público.