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El espíritu de la montaña, protagonista de la obra de Juan Pablo Marturano

El artista argentino que recibió el Gran Premio Adquisición en el Salón Nacional de Artes Visuales en 2017, lleva sus experiencias como montañista a sus esculturas.

La montaña no es la montaña - Juan Pablo Marturano
La montaña no es la montaña - Juan Pablo Marturano | María François

La galería Calvaresi presenta la muestra "La montaña no es la montaña" que reúne obras de Juan Pablo Marturano con la curaduría de María José Herrera.

El trabajo de Maturano vincula escultura, piedra y montañismo, deporte que practica desde hace años. A través de la talla en mármol reproduce paisajes de cumbres a las que ha llegado en su actividad deportiva.

Además de los paisajes topográficos, Maturano talla unos objetos en forma circular que podrían compararse al concepto de "amuleto", que luego deja en las cumbres de los montes y los fotografía para generar una colección de registros.

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Así, por medio de su obra el artista ha encontrado una forma de intercambio entre su trabajo personal y la naturaleza, por cuanto algunas de sus tallas se convierten en ofrenda primero, luego en parte de la montaña.

"Hay una práctica común entre los montañistas, sobre todo en los Andes, que consiste en dejar una ofrenda simbólica en la cumbre como agradecimiento por haber llegado a salvo hasta la cima", explica Maturano en diálogo con Perfil.com.

La montaña no es la montaña - Juan Pablo Marturano
La cumbre del Aconcagua y el objeto escultórico que Marturano dejó como ofrenda. (Foto gentileza del artista) 

"En Japón las montañas son veneradas, hay grupos espirituales para quienes las montañas son sagradas y existe un montón de altares y ofrendas. Cuando vi eso lo conecté con lo que se hace en los Andes", señala el artista que vivió varios años en Carrara (Italia) y en Japón, donde obtuvo su doctorado en arte.

"Cuando empecé a investigar el tema de las montañas en el arte lo fui direccionando hacia este proyecto para incorporar esa costumbre pero desde el lado artístico".

Los objetos que deja en las cumbres tienen la forma de un plato pequeño. A su vez, también como costumbre habitual adoptada entre montañistas, recoge una piedra como testimonio de haber llegado a la cima.

La montaña no es la montaña - Juan Pablo Marturano
Marturano en la galería Calvaresi. (Foto: María François)

"El círculo es una forma perfecta y abstracta en la que tiene que ver la mano del hombre y contrasta con las formas irregulares. Esto representa mi trabajo, mi tiempo, en esa figura que después vuelve a ser piedra", señala Marturano.

De este modo, su obra es un proceso que incluye una construcción, el traslado -que él define como un gesto-, un registro fotográfico y finalmente un trabajo que realiza sobre la piedra que trae como testimonio o a partir de ella.

"En un momento, mientras desarrollaba esta idea, mis doctores de tesis en Japón me hablaban de la posibilidad de orientarlo más hacia la performance que hacia la escultura" recuerda Marturano.

La montaña no es la montaña - Juan Pablo Marturano
Los pliegues de Ansilta, obra de Marturano. (Foto: María François)

"Pero yo me preguntaba qué pasaría si después del registro fotográfico en la cumbre trajera la ofrenda de vuelta y la expusiera en la sala. Creo que eso distorsionaría el sentido de la ofrenda, que es desprenderse de algo y que se vuelva piedra y parte de la montaña".

Las escenas recreadas por Marturano se convierten casi en una obsesión por los paisajes de altura. Las formas no son improvisadas sino que surgen a partir de mapas que traza en base a datos y cotas reales. Luego desarrolla maquetas y las perfecciona hasta que finalmente las pasa al mármol.

Desde su mirada, "la montaña está absolutamente viva, lo que ocurre es que sus transformaciones se hacen en tiempos geológicos y son tan lentas que en nuestra vida tan corta no las percibimos, salvo, por ejemplo, en una avalancha o una erupción volcánica".

La montaña no es la montaña - Juan Pablo Marturano
"Otro cielo" es una obra creada a partir de las piezas de mármol que fueron recuperadas al esculpir la réplica del monte Fuji. De esta forma el artista toma aquellas partes que tuvieron que ser quitadas del bloque de mármol original para que surgiera el monte japonés y las resignifica al trasladar el espacio que rodea la cumbre. (Foto: María François)

Quizás haya algo místico en la forma de convertir el paisaje en una escultura y las vivencias del artista están en cada una de sus obras. Las experiencias que vive Marturano como montañista parecen estar en cada golpe de martillo sobre el cincel para reproducir la superficie que transitó.

"Cuando vas hacia una cumbre siempre hay algo más para subir, cada vez que te levantás es para seguir, y de golpe te encontrás con que no hay nada más para subir. Y si bien la montaña es maciza, pesada, omnipotente, cuando estás en la cumbre lo único que hay alrededor es cielo, es casi una sensación de vacío muy fuerte. Hay momentos en que cesa el viento y se siente que es el lugar en el que uno debe estar, que todo lo anterior fue hecho para que esté todo ahí en ese momento."

marturano
El monte Fuji, una de las montañas sagradas del Japón, en la representación de Marturano. (Foto: María François).

Juan Pablo Marturano es Doctor en Artes por la Tama Art University de Tokio, realizó una maestría en escultura en Kanazawa College of Arte, de Japón, y es graduado de la Accademia di Belle Arti di Carrara (Italia) y de la Escuela Nacional de Bellas Artes Prilidiano Pueyrredón. Expuso en Nueva York, Japón, Italia, Alemania, Francia y Buenos Aires. En 2017 recibió el Gran Premio Adquisición en el Salón Nacional de Artes Visuales y obtuvo reconocimientos en Japón e Italia.

La muestra "La montaña no es la montaña" de Juan Pablo Marturano, se puede visitar en Galería Calvaresi, Defensa 1136, en el barrio porteño de San Telmo, todos los días de 11.00 a 18.00 con entrada libre y gratuita.