Con la majestuosidad que caracteriza a esta obra icónica del ballet clásico ruso, el Teatro Colón abrió su temporada 2023 a sala llena, con un público fiel y a la vez con mucha presencia de turistas extranjeros quienes aplaudieron de pie a Ayelén Sánchez (bailarina solista), y Federico Fernández (primer bailarín), en los roles principales de El lago de los cisnes, el ballet más popular de Piotr Illich Tchaikovsky. También se destacaron el muy aplaudido Jiva Velázquez, en el rol del gracioso Bufón de la corte y Alejo Cano Maldonado como el malvado Hechicero Von Rothbart.
La coreografía estuvo a cargo del maestro y director del ballet Mario Galizzi, quien siguió las líneas tradicionales de la mítica puesta rusa de Petipá-Ivanov aportando algunas innovaciones, como por ejemplo, de cuatro actos originales fusionó los dos primeros y el tercer y cuarto resultando dos únicos con diferentes escenas y un solo intervalo. Por otra parte, llamó la atención la participación reiterada del Hechicero en el tercer acto presentando a las princesas invitadas, oficiando como maestro de ceremonias; o la ausencia del solo de la princesa rusa, tan característica de la versión del Bolshoi. La dirección de la Orquesta Estable del Colón está a cargo del maestro Carlos Calleja, logrando la sonoridad dramática, apasionada y festiva que surge de la partitura del genial compositor ruso según cada escena.
El pasado martes 11 de abril fue la primera función de las diez que el teatro ha programado, siendo las dos últimas (los próximos 22 y 23), las más esperadas: hará su aparición la bailarina principal del Royal Ballet de Londres, la argentina Marianela Núñez. Las localidades ya están agotadas, logicamente. En esta oportunidad, Núñez bailará acompañada de Kimin Kim, artista coreano consagrado como bailarín Principal del ballet del teatro Mariinski.
Dueña de un virtuosismo admirable y de un estilo muy personal que combina fuerza y sensibilidad, Marianela ingresó al Royal en 1998, y ya en 2002, con solo 20 años, fue reconocida como bailarina Principal de la compañía, en la cual ha recreado los principales personajes del repertorio clásico y contemporáneo abarcando obras de Frederick Ashton, George Balanchine, John Cranko, William Forsythe, Jirí Kylián, Kenneth MacMillan y Jerome Robbins, entre otros.
Asimismo, ha conquistado importantes reconocimientos como el Premio Laurence Olivier por sus “Logros sobresalientes en la danza”. Por último, cabe destacar la actual escenografía de Christian Prego, alternando el brillo palaciego con el sombrío lago donde sufren las princesas convertidas en cisnes. La iluminación le pertenece a Rubén Conde y el diseño de vestuario a Aníbal Lápiz. El lago de los cisnes se ha montado con diversos finales a lo largo de las décadas, donde unas veces el amor de los enamorados triunfa y muere el Hechicero, y otras, como en esta reposición, que Sigfrido y Odette deciden morir arrojándose al lago, sacrificio que logra destruir a Von Rothbart y salvar de su maleficio al resto de las princesas. El amor triunfa, sí, pero en la eternidad celestial. Trágico y romántico, con un exigido nivel de tecnicismo y dramática interpretación, El lago de los cisnes ha vuelto al Colón para satisfacción no solo de sus abonados sino también del público virtual a través de su canal de Youtube con 88 mil suscriptores y viewers que pudieron disfrutarlo desde todo el planeta.
