En el marco de los festejos por el 25 de Mayo, en conmemoración por el Día de la Patria, en la Usina del Arte se vivió una jornada a pura celebración, que contó con una serie de espectáculos; shows de música y diferentes actividades que pudieron disfrutar tanto grandes como chicos. El cierra de la noche estuvo a cargo de Juan Falú y Liliana Herrero, quienes sobre el escenario recrearon el mítico disco “Leguizamón - Castilla”, con una selección de obras que son patrimonio central de la cultura argentina.
Entre el repertorio que interpretaron estos excepcionales artistas, no faltó: Serenata del 900; Carnavalito del duende; Cartas de amor que se queman; Juan del Monte; Cantora de Yala; Zamba de Lozano; Zamba del pañuelo y Canción del que no hace nada.
El auditorio de la Usina del Arte, espacio cultural ubicado en el barrio porteño de La Boca (Agustín Caffarena 1); estuvo colmado de espectadores, y allí el dúo mantuvo un clima ameno; simple y afectuoso entre ellos y el público, quienes ante cada interpretación no dudaban en manifestar sus aplausos y sus ovaciones de pie.
Liliana Herrero, artista respetada y admirada por sus colegas, fue partícipe fundamental del canto popular desde los años '60, y sostiene decisiones estéticas y culturales dedicadas a bucear en raíces folklóricas, otorgándoles sonidos que renuevan la músicas latinoamericana y destacan la emoción de su voz. La propia Mercedes Sosa la definió en alguna ocasión como "una voz que Argentina merece", algo que ha demostrado a lo largo de su carrera, que es más que merecido.
Por su parte, el guitarrista Falú, quien es considerado un referente fundamental de la música argentina, en su doble condición de compositor e intérprete, es además el creador de canciones que integran el repertorio de destacados intérpretes del folklore de nuestro país.
Además del show de Herrero y Falú, los asistentes al lugar pudieron disfrutar desde temprano de espectáculos; clases de baile; gastronomía típica y otras actividades para acerarse a las raíces argentinas.Además, se instaló en el lugar un mercado con productos típicos de diferentes regiones del país, de la mano de sus propios productores.