La Galería Del Infinito presenta una muestra con obras de Matilde Marín que forman parte de la serie "Cuando divise el humo azul de Ítaca", un proyecto que surgió en 2005 a partir de la recopilación de cientos de imágenes periodísticas por parte de la artista.
Con el correr de los años la obra adquirió un volumen de documentación que se materializó en un libro donde se incluye una selección de textos realizada por el filósofo e historiador del arte José Emilio Burucúa, presentado en el Centro de Experimentación del Teatro Colón en 2012.
Marín toma como eje las imágenes del humo proveniente de situaciones de crisis en las que el ser humano ha sido su causante y víctima a la vez, ya sea por actos violentos o negligentes, convertidas en hitos de la contemporaneidad que pueden llegar a ser vistos por las generaciones futuras como testimonio de una época.
La artista comenzó a armar la documentación en forma de work in progress tras haber visto en uno de los diarios que recibía en su casa -cuando aún no eran frecuentes las publicaciones online- una imagen que la conmovió.
“Hubo una noticia que me impactó que fue un soldado en el desierto del Sinaí con una gran explosión a sus espaldas y él arrodillado” señaló Marín durante la presentación de la muestra. “A partir de allí vi esta conexión del humo con noticias muy impactantes de situaciones complejas de la humanidad”.
El trabajo abarca una selección que incluye eventos como el ataque al Palacio de La Moneda de Santiago durante el golpe militar contra Salvador Allende, la ola de incendios en el Peloponeso en 2007, una explosión nuclear en el atolón de Mururoa en la Polinesia Francesa, o los incendios de Notre Dame y del Amazonas entre muchos otros.
“Trabajo con la figura del artista testigo, yo como artista soy testigo de ciertas situaciones que se producen en el mundo. Esta es una serie que comencé de ese modo” explica Marín en diálogo exclusivo con PERFIL.COM. “Comencé viendo cruces fuertes donde el humo era una cosa permanente. Las acciones de los hombres tenían como consecuencia el humo”.
En cuanto a la técnica utilizada, la artista explicó que la obra está hecha sobre papel periódico para presentarlas como noticias aunque sin el texto, haciendo hincapié sólo en la imagen. “Lo presenté como si fuera un archivo del que sacas fichas”, subrayó.
Quizás por tratar sobre los hechos más recientes, los últimos trabajos -los que refieren a los incendios de la catedral de Notre Dame de París y la Amazonía- sumaron nuevos tópicos a la reflexión que plantea la serie .
“Notre Dame fue como una herida a la humanidad, era una cosa instalada en el inconsciente colectivo y el incendio es como que empezás a darte cuenta que la historia que estuvo junto a nosotros toda la vida está cambiando”, consideró Marín. “Eso pasa también con el Amazonas, fue algo permanente para Sudamérica y ahora está cambiando, nuestro clima no va a ser el mismo”.
En contraposición, la artista plantea desde el título de la muestra una imagen esperanzadora en referencia a la señal que permitía a Ulises conocer la cercanía del hogar tras su largo viaje. En tal sentido, la curadora de la muestra, Jimena Ferreiro, habló en forma exclusiva con PERFIL.COM sobre el humo y el fuego como un disparador para establecer relaciones.
“Está ese sentido poético. En las sucesivas traducciones de la Odisea apareció el adjetivo "azul" cuando no está en el original y eso es muy interesante porque eso también construye sentido. Y no por nada Matilde lo trajo” señala Ferreiro.
“Ella menciona a Ítaca y a Odiseo. Es estar fuera de casa y volver, ese sentido trágico pero trágico griego, no actual, que es cumplir el destino, y la figura de Odiseo termina de armar una secuencia de ritual”.
La referencia a los rituales en relación a la obra de Marín es una constante en el análisis de Ferreiro y la investigación que llevó a cabo para su trabajo en base a la serie.
“Me detuve en obras de la historia del arte en donde aparecía la dimensión más esotérica, más mística y simbólica, que es el juego de las cenizas y volver a empezar en un sentido parecido al Fénix y el fuego como depuración, como celebración, como ritual”.
Ferreiro entiende que tanto la obra de Marín como el fuego como elemento primitivo y ancestral es plausible de ser leído con miles de capas de significación.
“Se trata de significantes que nos conectan con una dimensión muy esencial, el sujeto frente a esa existencia muy primitiva y buceando en todas estas tramas poéticas. El humo no es sólo lo siniestro, el accidente fatal, sino que hay otro sentido vinculado a la ceremonia y eso me pareció interesante como contrapunto para entrar en esa dimensión”.
Matilde Marín nació en Buenos Aires en 1948 y se inició trabajando en torno a un concepto que llamó “memoria interna del hombre”. En la actualidad se posiciona como testigo y se vale de la fotografía y el video para el registro de relatos sobre el mundo contemporáneo.
La muestra “Cuando divise el humo azul de Ítaca” se expone en Galería del Infinito, Av. Quintana 325, P.B. Para coordinar visitas, es posible contactarse a los teléfonos 5411- 4813-8828/4815-5699 y al email [email protected]
