Las grandes petroleras europeas están buscando algo más que solo pozos en aguas profundas en Brasil. También planean sacar provecho de la abundancia de viento y sol del país.
Royal Dutch Shell Plc, Total SA y Equinor ASA se han comprometido en las últimas semanas a invertir en energías renovables en Brasil. El impulso podría duplicar con creces la proporción de energía eólica y solar en la matriz energética de Brasil a un 18 por ciento para 2026, según EPE, la oficina de investigación energética de Brasil.
La diversificación hacia la energía limpia se produce en momentos en que los inversionistas europeos expresan su preocupación de que las compañías petroleras se reducirán a medida que el mundo deja de usar combustibles fósiles para combatir el cambio climático. La geología única de Brasil ya lo ha convertido en un exportador de petróleo además del mayor productor de energía eólica de la región. Y mientras que el sol suministra solo una pequeña fracción de la electricidad del país actualmente, Brasil promedia entre 4,25 y 6,5 horas solares al día, entre los niveles más altos del mundo.
Los productores deben comenzar a prepararse para la transición hacia una economía baja en carbono, aunque esta será gradual, dijo en una entrevista realizada el 3 de septiembre Bassam Fattouh, director del Instituto de Estudios Energéticos de Oxford.
"En un ambiente de incertidumbre como este, es necesario comenzar a ajustar la cartera para protegerse", dijo el experto. "La transición a una era baja en carbono ha comenzado", dijo Décio Oddone, titular de la Agencia Nacional de Petróleo (ANP) del país. "Brasil necesita explorar sus recursos de petróleo y gas en este momento, o el petróleo se quedará en el suelo".
La estatal Petróleo Brasileiro SA, también conocida como Petrobras, ya está asociada con Total, con sede en París, en algunos de los campos costa afuera más grandes del país. Las empresas firmaron un memorándum de entendimiento en julio para explorar proyectos eólicos y solares. La filial brasileña de Total anunció hace poco la puesta en marcha de su primera planta solar brasileña en el estado de Bahía, con una capacidad de 25 megavatios de casi 78.000 paneles.
La compañía también lanzó otros dos proyectos solares con el objetivo de producir 140 megavatios.
Petrobras también está en conversaciones con Equinor para replicar las unidades de energía eólica que tiene en las aguas frente a la costa de Noruega. En una conferencia de prensa realizada en agosto, los ejecutivos de la compañía dijeron que los mejores prospectos petroleros que ha tenido son los cinco proyectos brasileños que está preparando para perforar en los próximos dos años. También mencionaron su interés en las energías renovables de Brasil.
"Nuestro objetivo es seguir creciendo, también en nuestro negocio solar", dijo Anders Opedal, vicepresidente ejecutivo de la compañía en Brasil, en la Conferencia ONS realizada en Stavanger, Noruega. "Y estamos buscando oportunidades para la energía eólica costa afuera".
Shell, que el año pasado compró el séptimo proveedor de energía más grande del Reino Unido, llevó un equipo de 10 personas para evaluar los proyectos brasileños de energía limpia, dijo a la prensa el mes pasado André Araújo, máximo ejecutivo de Shell en Brasil. La compañía está estudiando proyectos eólicos que puso a la venta la empresa controlada por el Estado brasileño Centrais Elétricas Brasileiras SA, dijo. "El ritmo de la transición dependerá de cuán rápido se vuelvan rentables estos proyectos", dijo Araujo.