Justo cuando Brasil lograba que sus refinerías operasen al mayor nivel en casi dos años, la mayor de ellas sufrió un contratiempo, lo que obligó a la estatal Petrobras a recurrir a los mercados mundiales para obtener diésel adicional a fin de cubrir el déficit.
El mismo día en que un incendio afectó unidades clave en la refinería Replan de Paulinia, Brasil, Petrobras compró seis cargamentos de combustible diésel, haciendo que algunos petroleros que iban de camino a Europa desde la costa del Golfo cambiasen su ruta hacia el país sudamericano. Por cada día que la refinería está parada, Petrobras tiene un déficit de 162.880 barriles de diésel y 92.737 barriles de gasolina.
Se espera que la refinería comience el reinicio de las actividades de las unidades no afectadas por el incendio del 20 de agosto el miércoles, de acuerdo con una declaración del sindicato de trabajadores del petróleo. Petrobras aún tiene que recibir el visto bueno del regulador de petróleo del país, ANP, que quiere asegurarse de que la instalación se reinicie de manera segura.
Las refinerías operaron al 77,7 % de la capacidad en julio, cerca de un máximo de dos años.
Petrobras dijo que no espera interrupciones a la oferta de combustible ya que tiene suficiente inventario y también podría aumentar los niveles en otras refinerías para satisfacer la demanda interna. Las refinerías operaron al 77,7 por ciento de la capacidad en julio, cerca de un máximo de dos años.
"Una cosa es cierta, esta interrupción de la refinería afectará las ganancias de Petrobras ya que están importando diésel caro para revender a precios subsidiados", dijo Adriano Pires, analista de petróleo de la consultora Centro Brasileiro de Infraestrutura, o CBIE, en una entrevista telefónica desde Río de Janeiro.
Si bien Replan podría reiniciarse pronto, las preocupaciones de Petrobras sobre la oferta combustible no desaparecerán. La refinería podrá operar a solo la mitad de su capacidad diseñada, ya que el fuego afectó a una unidad de crudo y una de craqueo catalítico fluido. La unidad de crudo es el primer paso en el proceso de refino, hirviendo el petróleo para producir moléculas más pequeñas que alimentan otras unidades de la refinería, como el craqueador catalítico, que las descompone aún más para producir diésel y gasolina.