Nikola Tesla electrificó el mundo en el siglo XIX cuando creó el motor de corriente alterna y anticipó la comunicación masiva del siglo XXI con su trabajo sobre transmisión inalámbrica de voces, imágenes y fotografías en movimiento. A diferencia del inventor serbio-estadounidense que murió indigente a los 86 en 1943, su tocaya Tesla Inc. es tan respetada ocho años después de convertirse en una empresa que cotiza en bolsa que su valoración es mayor que la de cualquier otro fabricante de automóviles, a excepción de Toyota Corp., Volkswagen AG, Daimler AG y Bayerische Motoren Werke AG. La capitalización de mercado por vehículo producido de Tesla los eclipsa a todos ellos, incluido el Nº1, Toyota, por un múltiplo de 25.
Y eso fue antes de que el fundador y máximo ejecutivo de la firma, Elon Musk, dijera que estaba pensando en reorganizar Tesla como una empresa que no cotiza en bolsa. El comentario de Musk fue en parte en respuesta a los analistas que se han vuelto cada vez más bajistas a medida que la acción se volvía más sólida.
Entre los errores percibidos de Tesla se incluyen "la quema de efectivo" (Bloomberg News lo ha informado 135 veces desde 2013), más vendedores en descubierto que 499 de las compañías del S&P 500, rotación de personal gerencial y un líder temperamental. Ese es el alboroto que ensombrece la señal de fortalecimiento de que los inversionistas –como los propietarios del Model S, Model X, Model 3 y Roadster en 28 países– adoptan a Tesla como la misma fuerza disruptiva que permitió a Amazon Inc. superar a los grandes vendedores de libros hace 20 años.
La dicotomía entre los accionistas y todos los que opinan sobre Tesla quedó en evidencia este mes cuando el Washington Post encabezó su sección de Economía y Negocios con un artículo titulado: "Inside the Tesla Factory: Burning cash, trying not to burn out" (que en español sería algo como “Dentro de la fábrica de Tesla: quemar efectivo, tratando de no quemarse"). Las acciones de Tesla avanzaron en las 24 horas posteriores más de un 16 por ciento –la mayor alza de un día desde 2013– después de que Musk dijo no por primera vez que la firma de Palo Alto no necesita dinero y será rentable.
Al igual que Thomas Edison rechazó la invención de la transmisión de corriente alterna de Nikola Tesla por considerarla impracticable, la fijación de los medios de comunicación por el alto consumo de efectivo también hace que se pase por alto la importancia de que las acciones de Tesla hayan sido las menos volátiles y más lucrativas entre sus cinco mayores rivales durante los últimos cinco años, según datos compilados por Bloomberg. Eso es porque las ventas de Tesla aumentaron 10 veces desde 2013, una tasa que es exponencialmente más rápida que el crecimiento de los ingresos de Fiat Chrysler (de 1,2 veces), Ford Motor Co. (1,1 veces) y General Motors Co., cuyos ingresos disminuyeron un 8 por ciento. La capitalización de mercado de Tesla durante el mismo período aumentó 3,3 veces, superando fácilmente a Fiat Chrysler (2,3 veces), GM (1,1 veces) y Ford, que perdió un 40 por ciento de su valor, según datos compilados por Bloomberg.
Lo mejor está aún por venir para Tesla y sus vehículos de cero emisiones. Se espera que las ventas de Tesla crezcan un 72 por ciento en 2018, la mayor expansión entre los 40 pares del sector automotor mundial, de acuerdo con 26 proyecciones de analistas compiladas por Bloomberg. Tesla seguirá ocupando el primer lugar con una tasa de crecimiento del 40 por ciento el próximo año y del 24 por ciento en 2020. El Model 3, que recibió la mayor calificación de satisfacción de los propietarios en su categoría por parte de Consumer Reports, "se convertirá en el sedán de lujo básico más vendido en Estados Unidos, superando al BMW Serie 3 y el Mercedes-Benz Clase C este año y en 2019 ", señaló Bloomberg New Energy Finance en un informe del 13 de junio. "Tesla podría complicar las decrecientes ventas de fabricantes de automóviles como Audi, BMW, Daimler e Infiniti", según el informe.
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En tanto, las administradoras de fondos están mostrando su preferencia explícita por Tesla.
Recientes documentos presentados ante la Comisión de Bolsa y Valores muestran que 194 fondos mutuos invirtieron US$9.800 millones en acciones de Tesla, o aproximadamente el 1 por ciento del total de activos de estos fondos, mientras que 361 fondos invirtieron US$6.900 millones en GM, o un 0,7 por ciento de sus activos totales, y 570 fondos invirtieron US$12.300 millones en GM, Ford y Fiat Chrysler, según datos compilados por Bloomberg.
Al mismo tiempo, los 194 fondos que poseían acciones de Tesla produjeron una rentabilidad ajustada al riesgo del 2,67 por ciento durante los últimos tres años, cuando los 570 fondos que tenían acciones de otros fabricantes de automóviles proporcionaron un rendimiento del 1,99 por ciento después de ser ajustado a la volatilidad del precio de las acciones.
La conclusión: Tesla, como lo han reconocido en reiteradas oportunidades el Washington Post y mis colegas de Bloomberg Opinion, está gastando dinero a un ritmo que se considera insostenible. Pero los accionistas se siguen mostrando indiferentes a este riesgo percibido porque Tesla está creando cada vez más valor de la misma manera que Amazon lo hizo más de una década después de no reportar ganancias.
Se pueden encontrar pruebas entre las administradoras de fondos más exitosas, como T. Roow Price Global Technology Fund, de Joshua Spencer, que tiene un rendimiento total del 209 por ciento (ingresos más apreciación) en los últimos cinco años y es el número uno entre 231 fondos similares. Con Spencer, la ponderación de Tesla aumentó de cero a 13 por ciento hasta marzo (Microchip Technology tuvo la segunda mayor ponderación con un 5,7 por ciento), según datos compilados por Bloomberg. Fidelity Select Technology Portfolio produjo un rendimiento total del 97 por ciento en los últimos 3 años y ocupa el primer lugar entre sus pares para el período, principalmente porque el gerente Charlie Chai convirtió a Tesla en una de sus tres principales inversiones a partir del segundo trimestre de 2017.
Si bien Bloomberg News informó que Tesla "quemó efectivo" 11 veces durante 2015, 37 veces en 2016, 35 veces en 2017 y 52 veces en lo que va de este año, las acciones repuntaron un 7,9 por ciento en 2015, un 45,7 por ciento el año pasado y 14 por ciento hasta ahora en 2018 (declinaron un 11 por ciento en 2016), demostrando que los inversionistas no están preocupados por los problemas porque ya prevén el día en que el vehículo elegido por la mayoría de la gente sea eléctrico. Eso sería en 2040 cuando el 55 por ciento de las ventas de automóviles nuevos corresponda a vehículos eléctricos, de acuerdo con Bloomberg New Energy Finance.
Mientras tanto, los inversionistas de Tesla, al igual que sus clientes, han viajado hacia el futuro y no volverán atrás.
Esta columna no necesariamente refleja la opinión de la junta editorial o de Bloomberg LP y sus dueños.