Las acciones estadounidenses se recuperaron y el dólar cayó luego de que el presidente de la Reserva Federal de Nueva York, John Williams, destacara la necesidad de una acción rápida en caso de que los formuladores de política concluyan que la economía está en problemas.
El S&P 500 borró las pérdidas, liderado por las acciones financieras y de consumo, mientras que los rendimientos de los bonos del Tesoro a 10 años cayeron. Una perspectiva positiva para Taiwan Semiconductor Manufacturing Co., proveedora de Apple Inc., levantó a los fabricantes de chips. Philip Morris International Inc. e International Business Machines Corp. se recuperaron después de que sus ganancias superaran los pronósticos. El índice NYSE FANG + bajó cuando Netflix Inc. publicó una pérdida de clientes en Estados Unidos. Un informe de que Irán hizo una oferta "considerable" en su programa nuclear a cambio de menos sanciones dio un impulso a las acciones que luego se vio atenuado por la noticia de que la Marina de EE.UU. derribó un dron iraní.
Los inversionistas han asimilado completamente en los precios un recorte de tasas de un cuarto de punto por parte de la Fed a finales de este mes. Si bien ese es el resultado más probable, también hay una "posibilidad significativa" de una reducción de medio punto, según Pacific Investment Management Co. El vicepresidente de la Fed, Richard Clarida, dijo que no es prudente esperar a que la economía caiga para actuar. Recortar las tasas de interés de Estados Unidos podría ayudar a amortiguar parte del golpe de la incertidumbre sobre el comercio que probablemente persistirá, dijo el presidente de la Fed de San Luis, James Bullard.
"Estamos en una guerra comercial, vemos el impacto en las ganancias corporativas, vemos a los bancos centrales forzados a reaccionar a eso", dijo en una entrevista a Bloomberg TV Bob Michele, director de inversiones y jefe de renta fija global de JPMorgan Asset Management.
En otros asuntos, el petróleo bajó a su menor nivel en casi un mes debido a que el pesimismo sobre una tregua comercial entre EE.UU. y China siguió afectando a los mercados, mientras que la reanudación de los flujos de ductos rusos alimentó las preocupaciones sobre un exceso de oferta. La libra subió cuando el Parlamento británico respaldó las medidas que buscan evitar que el próximo primer ministro suspenda la legislatura para perseguir un brexit sin acuerdo.