Mejores resultados de empresas apuntalan las acciones brasileñas y ayudan a aliviar el efecto de la incertidumbre electoral, que ha llevado al real a su nivel más bajo.
Las ganancias han sido sólidas y debieran mantenerse así hasta fines de 2018, según analistas, ante todo debido a una combinación de menores costos y tasas de interés en niveles mínimos. Es un cambio bien recibido tras años de utilidades a la baja mientras el país sufría la peor recesión de su historia. Se espera que las ganancias empresariales crezcan un 32% en 2018 y un 19% en 2019, según Roberto Serwaczak, director de renta variable para Latinoamérica de Citigroup.
Las elecciones de Brasil entran en un terreno desconocido
"Tenemos una visión muy constructiva", señaló Serwaczak en una entrevista en la oficina del banco en Sao Paulo. Citi proyecta que el índice de referencia Ibovespa subirá a 93.000 en los próximos 12 meses, un avance del 21% respecto a los niveles actuales.
El real ha retrocedido un 20% este año en medio de un desplome en los mercados emergentes y una docena de candidatos compiten por la presidencia del país. A menos de un mes de los comicios, todos los candidatos favoritos del mercado han perdido terreno frente a los izquierdistas, a quienes los inversionistas temen por la posibilidad de dar marcha atrás a reformas y políticas de austeridad necesarias para arreglar las cuentas fiscales de Brasil.
El desplome ha arrastrado al Ibovespa a su nivel más bajo en dólares estadounidenses desde diciembre de 2016 y hay algunas acciones en oferta que se pueden comprar, aseguró Peter Lannigan, titular de mercados emergentes de Newfleet Asset Management.
"Todavía hay muchas buenas compañías", precisó Lannigan.
Si bien los analistas son optimistas respecto al mercado bursátil de Brasil, es probable que cualquier salto significativo solo ocurra después de las elecciones de octubre, ya que el largo plazo aún está vinculado con el resultado de la votación, planteó Frederico Sampaio, jefe de inversiones de la unidad brasileña de Franklin Templeton Investments, que supervisa 2.800 millones de reales (US$680 millones) en acciones.
"Los fundamentos no son malos, el problema es que las expectativas no son buenas", explicó Sampaio. "Los riesgos están sesgados al alza, pero, en caso de duda, nadie quiere perder dinero".