Alemania está presionando a la Unión Europea para que siga adelante con las negociaciones estancadas sobre un pacto comercial con Estados Unidos para evitar los riesgos de los aranceles a los automóviles por parte del presidente Donald Trump, según funcionarios en Berlín familiarizados con el asunto.
El gobierno de la canciller Angela Merkel pretende hacer que la Comisión Europea proponga un borrador de mandato de negociación a los estados miembros a principios de este mes, dijeron las fuentes, que pidieron que no se les identificara porque las deliberaciones son privadas.
El mandato de duración indefinida mantendría vivas las perspectivas de un acuerdo negociado incluso si EE.UU. impone gravámenes y la UE toma represalias, aumentando las tensiones entre las dos partes.
La administración Trump, que ha defendido las restricciones estadounidenses a las camionetas, se ha resistido a añadir los automóviles a las discusiones sobre la reducción de los aranceles industriales. Eso ha complicado los esfuerzos para establecer el alcance de un posible acuerdo comercial, lo que provocó la inusual presión por parte de Alemania, según las fuentes. Según la propuesta alemana, la UE abriría la puerta a la eliminación de los aranceles sobre los automóviles importados para ambas partes, señalaron.
El Ministerio de Economía alemán, responsable de las cuestiones comerciales, declinó hacer comentarios.
Protección a las camionetas
A pesar del alto el fuego sobre nuevos aranceles acordado este verano boreal, a Alemania le preocupa que Trump siga adelante con impuestos sobre las importaciones de automóviles BMW, Mercedes-Benz y Porsche por motivos de seguridad nacional.
Para facilitar un mandato de negociación de la UE, Alemania ha aceptado las demandas del gobierno francés de que un acuerdo sobre bienes industriales deje fuera la agricultura, dijo una de las fuentes. Sin embargo, eso no facilitará un acuerdo, ya que EE.UU. ha insistido en que un trato más amplio incluya la agricultura.
En la cumbre del G-20 en Buenos Aires el fin de semana, Trump y el presidente chino, Xi Jinping, acordaron evitar una escalada en su guerra comercial y prometieron suspender los nuevos aranceles durante 90 días mientras negocian un acuerdo permanente. Ahora que las tensiones en uno de los frentes han disminuido, la atención de Trump podría volver a centrarse en su molestia por las importaciones de automóviles alemanes.
En una publicación en Twitter la semana pasada, Trump mencionó un antiguo impuesto estadounidense sobre las camionetas importadas, diciendo que ayudó a los fabricantes de automóviles estadounidenses a dominar ese mercado. Argumentó que un impuesto de importación similar sobre los automóviles habría evitado que General Motors Co. cerrara plantas en EE.UU.
Reunión en la Casa Blanca
La comisaria de Comercio de la UE, Cecilia Malmstrom, ha dicho en reiteradas ocasiones que la UE está dispuesta a reducir los aranceles sobre los productos industriales estadounidenses y desde entonces ha indicado que el bloque podría ampliar la oferta a los automóviles. Pero ha habido poco progreso, y las conversaciones con la administración Trump se han centrado hasta ahora en cuestiones regulatorias más que en los aranceles.
Una reunión que se realizará el martes entre los titulares de Volkswagen AG, Daimler AG y BMW AG, y funcionarios de la Casa Blanca demuestra que el tema sigue en la agenda. Mientras que los tres fabricantes alemanes producen automóviles en plantas de Norteamérica, EE.UU. sigue siendo el mercado de exportación más valioso para los automóviles fabricados en la UE.
Esa reunión no se trata de asuntos comerciales, dijo Merkel el lunes en una conferencia de prensa en Berlín. Esos pactos son negociados por la Comisión en nombre de los estados miembros, señaló.