Anna Sorokin, la tristemente célebre estafadora que inspiró una serie de Netflix en la que se relataban sus actividades delictuales, está explorando un nuevo negocio: los tokens no fungibles, o TNF.
La exclusiva colección de TNF es un intento de alejarse de su “personaje de estafadora”, una decisión tomada después de que Sorokin se hiciera conocida por sus delitos, que iban desde robar a empresas y amigos mientras se hacía pasar por una heredera alemana. Sorokin anunció la colección en una entrevista con la NBC.
Un total de 10 TNF se ofrecerán al público bajo el nombre “Reinventing Anna”, un guiño al título de la serie de Netflix.
Sorokin, nacida en Rusia, más conocida por su alias, Anna Delvey, saltó a la fama tras ganar adeptos en la elitista escena social de Manhattan. Su condición de socialité ficticia, con un supuesto fondo fiduciario de US$60 millones, le permitió convencer a personas adineradas de que invirtieran en su fundación de arte y club social.
Sorokin fue condenada por ocho delitos graves, entre ellos hurto mayor y robo de servicios, y pasó casi cuatro años tras las rejas. Sigue detenida en un centro de detención de inmigrantes en Estados Unidos, donde enfrenta su posible deportación.