El Banco Central pronostica que la volatilidad del peso será moderada en el período previo a las elecciones de octubre, lo que ayudará a mantener la inflación en una trayectoria descendente.
Según el presidente del BCRA, Guido Sandleris, las empresas estatales y privadas, incluidos los comerciantes de cultivos, venderán un valor neto de US$16.000 millones en el mercado durante el segundo semestre del año, satisfaciendo cualquier posible demanda de dólares. Un peso más estable también debería respaldar los esfuerzos de los responsables políticos para frenar la inflación, que se desaceleró en junio por tercer mes consecutivo.
La inflación sigue siendo elevada, pero está bajando, dijo Sandleris el martes en una rueda de prensa mensual tras la publicación de los datos. Y añadió que el banco anticipaba que la inflación en julio sería más lenta que en junio.
Los precios al consumidor aumentaron un 55,8% frente al año anterior y un 2,7% respecto a mayo, casi igualando las estimaciones de los economistas. Una desaceleración de la inflación es buena señal para el presidente Mauricio Macri, quien se enfrenta a una votación primaria crítica el 11 de agosto, antes de las elecciones presidenciales de octubre. El gobernante necesita mostrar a los votantes que la economía se está recuperando de la recesión, dicen los encuestadores.
“Consideramos el resultado de junio una señal positiva pese a haber superado ligeramente la estimación de consenso del 2,6% m/m. Los datos no deberían tener implicaciones políticas importantes. Esperamos que el BCRA mantenga su curso con el compromiso a una base monetaria nominal estable, manteniendo la tasa Leliq a siete días en un límite mínimo y absteniéndose de comprar dólares estadounidenses en el mercado de divisas", explicó Adriana Dupita, economista de Bloomberg para América Latina.
La inflación comenzó a enfriarse en abril, tras un difícil comienzo de año. El Central logró estabilizar el peso desde que el Fondo Monetario Internacional le permitiese en abril usar los fondos a su discreción para defender la moneda. Recientemente ha conseguido incluso más margen para hacerlo. Las congelaciones de precios impuestas por el Gobierno y una óptima cosecha interna también han contribuido a frenar la inflación.
Las subidas de precios en junio estuvieron impulsadas por las comunicaciones, la atención médica y el mantenimiento del hogar. Las grandes categorías que anteriormente elevaron la inflación, como alimentos y servicios públicos, se mantuvieron en consonancia o por debajo de la cifra general.