Julian Assange, fundador de WikiLeaks, demandó al ministro de Relaciones Exteriores de Ecuador, José Valencia, por las nuevas reglas de conducta impuestas como condición para que permanezca en la embajada del país en Londres, según su abogado.
Las condiciones violan los derechos constitucionales de Assange y deben ser aclaradas por los tribunales de Ecuador, comentó a la prensa Baltasar Garzón, exjuez español, el viernes en Quito. No aceptarlos podría significar su expulsión de la embajada. El fundador de WikiLeaks solicitó protección a Ecuador en 2012 para evitar su extradición a Suecia, donde enfrenta acusaciones de violación, o Estados Unidos, donde sería sancionado por publicar documentos secretos del gobierno.
Entre las condiciones impuestas por el Gobierno ecuatoriano, la embajada decidirá quién podrá visitar Assange y cuándo y restringirá sus comentarios sobre temas políticos. También le pidió que cuide adecuadamente a su gato o de lo contrario será trasladado a un refugio.
"La mención del gato es degradante", afirmó Garzon, y agregó que Assange está enfermo debido a su prolongada estadía en la embajada. Todavía no tiene acceso a internet, puntualizó.
Ecuador responderá a la demanda adecuadamente, respetando el estado de derecho, declaró Valencia en un comunicado publicado en el sitio web del Ministerio de Relaciones Exteriores. "La embajada tiene el derecho de proteger sus oficinas, los funcionarios que trabajan allí, e incluso al propio Assange", escribió.
Diplomático en Moscú
Documentos divulgados esta semana revelaron que Ecuador le otorgó la ciudadanía a Assange en diciembre como parte de un intento fallido de transferirlo a Moscú en condición de diplomático del país. Garzón sostuvo que "fue una decisión tomada por el Gobierno de Ecuador y aceptada por Assange" y que el fracaso del plan, bloqueado posteriormente por la Cancillería británica, no fue culpa de su cliente.
Assange, ahora ciudadano ecuatoriano, permanece bajo la protección de Quito, precisó.
