El otrora rey del mundo de los bonos echa por tierra la idea de un mercado alcista de los títulos del Tesoro.
Si bien los rendimientos pueden haber tocado techo este año, “no se vislumbra un mercado alcista”, señala Bill Gross, ex director de inversiones de Pacific Investment Management Co. en sus perspectivas de inversión.
La opinión de Gross contradice aun creciente número de inversionistas que esperan un repunte de los bonos en medio de especulaciones de que la Reserva Federal podría poner fin al endurecimiento de su política monetaria después de otro aumento más de tasas la próxima semana. Los rendimientos a diez años han caído a cerca del 3,8%, desde el máximo de este año del 4,1% establecido a principios de julio, tras un informe de inflación más débil de lo esperado publicado la semana pasada.
Gross, que se retiró de la gestión de activos en 2019, destacó tres razones por las que los inversionistas deberían moderar su entusiasmo.
El alto déficit público está agregando presión de oferta en el mercado de bonos en un momento en que la Fed se está deshaciendo de sus tenencias, una combinación que mantendrá los rendimientos a 10 años por encima del 3,5% “durante mucho, mucho tiempo”, asegura.
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Históricamente, los rendimientos a 10 años cotizan más de 140 puntos básicos por encima de la tasa de fondos federales.
Incluso si el enfriamiento de la inflación permite a la Fed reducir los costos de endeudamiento al 2,5% (la estimación del banco central del nivel neutral a largo plazo) desde más del 5%, los rendimientos del bono de referencia deberían ubicarse en el 3,9%, según Gross. Una inflación más alta podría incluso llevar los rendimientos de los bonos por encima del 4% en los próximos dos años.
Por otra parte, el Banco Central Europeo tiene “más trabajo que hacer” que la Fed en sus esfuerzos por controlar la inflación, ejerciendo una “atracción gravitatoria al alza” para los rendimientos estadounidenses, agregó.
“En última instancia, pero no ahora, mientras el mercado espera una futura política de flexibilización de la Fed, los tenedores de bonos experimentarán un mercado bajista continuo, con implicaciones negativas también para las acciones”, sostiene Gross.