Brasil registró un número récord de casos y muertes de coronavirus después de días de problemas reportados con la transferencia de los datos de los gobiernos locales al sistema nacional. El país sumó 69.074 casos el miércoles, lo que elevó el número total de infecciones a más de 2,55 millones, según el Ministerio de Salud. Las muertes aumentaron en 1.596 a 90.134. En ambas métricas, Brasil solo sigue a Estados Unidos a nivel mundial.
Brasil, un país de 210 millones de habitantes con algunos estados del tamaño de Francia, ha informado unas 7.000 muertes por coronavirus a la semana durante los últimos dos meses, a medida que la pandemia del coronavirus se traslada de los principales centros urbanos del interior a las regiones más pobres.
La respuesta del país a la crisis –sin directrices nacionales, sin ministro de salud nombrado y con un líder que a menudo ha menospreciado la enfermedad– ha sido criticada por expertos en salud, quienes advirtieron que la economía se estaba abriendo antes de que la curva se aplanara. Brasil agregó un millón de casos en menos de un mes y está en camino de alcanzar los 3 millones de infecciones en la primera quincena de agosto, según estimados de la Universidad PUC en Río de Janeiro.
En los últimos días, estados como Sao Paulo, que desde la llegada de la enfermedad han sido el epicentro del virus en el país, han reportado problemas para enviar los datos recopilados por el estado al gobierno federal. Las cifras récord del miércoles pueden atribuirse parcialmente a la transferencia de datos que se está normalizando.
La llegada del invierno al hemisferio sur también está afectando la progresión de la enfermedad, asegura Arnaldo Medeiros, secretario de vigilancia de salud del Ministerio. También dijo que el número de casos ha aumentado recientemente en parte porque Brasil ha mejorado sus capacidades de prueba.
En el sur del país, que se había salvado anteriormente, los casos aumentaron 25% y las muertes 18% en las últimas semanas. Lo mismo es cierto para la región centro-oeste, donde los casos se dispararon 63% y las muertes 7%, según datos del Ministerio. Pero incluso el sudeste ha visto un nuevo avance en los casos: las infecciones han aumentado en los estados de Sao Paulo y Río de Janeiro a medida que el virus continúa avanzando hacia el interior. El número de muertes en las regiones metropolitanas ha disminuido constantemente, dijo Medeiros, mientras que la misma medida ha aumentado en el campo.