La campaña que lleva adelante California para usar sólo electricidad libre de carbono depende de una gran apuesta a que los costos de las baterías caerán.
Está previsto que los legisladores voten esta semana un proyecto de ley por el cual se dispone que para 2045 la generación eléctrica provenga totalmente de fuentes limpias como la energía eólica y solar. Pero sin baterías baratas, esto podría hacer aumentar los precios de la electricidad. La razón es que implicaría probablemente el fin de las centrales a gas natural que en la actualidad generan alrededor de un tercio de la electricidad del estado y son fundamentales para mantener estable la red.
California debería instalar una capacidad de almacenamiento de energía 200 veces mayor que la actual para compensar la pérdida de las centrales eléctricas a gas, según Clean Air Task Force, una organización sin fines de lucro con sede en Boston dedicada a la política energética. Las centrales a gas brindan una producción estable de electricidad y a la vez pueden reaccionar rápidamente cuando se presentan restricciones en el suministro. La disponibilidad de las energías renovables puede ser intermitente, lo cual hace que el almacenamiento de energía resulte clave.
“Podría darse, pero se corre un riesgo”, dijo Toby Shea, analista de Moody’s Investors Service en Nueva York. Reducir totalmente el gas “exigirá que los costos de las baterías sigan bajando en forma precipitada”.
Los promotores del proyecto de ley dicen que las energías solar y eólica ya compiten en precio con los combustibles fósiles y que los costos deberían bajar más. Además, la propuesta permite al estado alcanzar la meta con una combinación de recursos de energía limpia, incluidas grandes presas hidroeléctricas. El auspiciante del proyecto de ley, el senador demócrata por el estado de California Kevin De Leon, dijo que los detractores no se han cansado de predecir que las iniciativas vinculadas a la energía limpia harían subir los costos.
“Se equivocaron”, dijo De Leon en una declaración. “California tiene la economía de mayor crecimiento en EE.UU. y el sector del empleo que más crece en nuestra economía es la energía limpia”.
La medida deja en claro, dijo, que el estado sólo pasará a generar toda su energía a partir de fuentes limpias si puede hacerlo en forma rentable.
Las energías renovables ya están alcanzando al gas como fuente predominante de electricidad del estado. Por momentos, se genera tanta electricidad solar y eólica que el excedente de oferta hace que los precios se desplomen hasta niveles negativos, lo cual obliga al operador de la red -y a los consumidores- a pagar para limitar su producción. Los precios bajos están aniquilando a las centrales a gas y la red se ha visto obligada a celebrar convenios de modo que algunas de ellas sigan funcionando para mantener las luces encendidas.
Aun así, eliminar el gas de la matriz de generación eléctrica del estado no será fácil. California consumió alrededor de 57.000 millones de metros cúbicos (2 billones de pies cúbicos) en 2016, lo que representó 7,9 por ciento del total de la demanda estadounidense de gas ese año, según los datos gubernamentales más recientes.
Alcanzar una meta de un 100 por ciento de energía renovable en California exigiría un almacenamiento de energía de 36,3 millones de megavatios hora, suponiendo que dicha meta se alcanzara principalmente con las energías eólica y solar, según Clean Air Task Force. Esto se compara con los 150.000 megavatios hora de almacenamiento disponibles en el estado, incluidas las plantas hidroeléctricas de bombeo, según el grupo.