Hace menos de una semana que el cobre ingresó en un mercado bajista, pero los compradores ya están buscando gangas.
Los pedidos para retirar cobre de los depósitos que monitorea la Bolsa de Metales de Londres se han duplicado con creces en los últimos dos días. Se trata de la mayor alza en términos porcentuales desde 2010 y sugiere que los operadores están intentando enviar metal a consumidores ansiosos por sacar provecho de la caída registrada la semana pasada.
Con los pedidos de los últimos dos días para retirar 29.525 toneladas de cobre de depósitos en Singapur y Nueva Orleans, las llamadas órdenes canceladas –que es el metal asignado para ser despachado– subieron a su nivel más alto en seis semanas. El cobre subió un 4,8 por ciento desde los mínimos de la semana pasada y se negociaba el martes a US$6.052,50 la tonelada.
"Los consumidores realmente se han despertado", dijo Herwig Schmidt, titular de ventas de Triland Metals Ltd., corredora especializada en metales físicos almacenados en la LME. "Pensando en el cobre que se canceló en Singapur, creo que comenzará a ir hacia China".
Pero no es solo el cobre el que atrae la atención de los compradores.
Los principales consumidores de zinc, como los galvanizadores y fabricantes de metales, han estado comprando después de que los precios cayeron la semana pasada al nivel más bajo desde octubre de 2016, dijo Schmidt por teléfono desde Londres.
Las órdenes canceladas de zinc subieron el martes un 25 por ciento a 37.100 toneladas, alcanzando el nivel más alto desde abril. Los precios se elevaron un 2,6 por ciento a US$2.439 por tonelada, lo que llevó a todos los metales al alza debido a que disminuyeron los temores de que la crisis monetaria de Turquía se extienda a otros mercados emergentes. El yuan de China subió por cuarto día frente al dólar –la racha al alza más larga desde marzo– aliviando los costos para los compradores del mayor consumidor mundial de metales industriales.
