A medida que crece la presión para que las autoridades israelíes aplasten la lluvia de cohetes procedentes de la Franja de Gaza, éstas optan por la vía diplomática en tanto se cierne una amenaza mayor: la presencia de Irán en la Siria de posguerra.
A los efectos de que sus fuerzas armadas se concentren en el frente norte, el primer ministro, Benjamin Netanyahu, busca una tregua prolongada con Hamas, el grupo militante que gobierna la Franja de Gaza. Yaakov Amidror, un ex asesor de seguridad nacional israelí del primer ministro Netanyahu, dijo que las negociaciones, que se desarrollan a través de intermediarios, convienen tanto a Israel como a Hamas.
“Si me preguntan cuál es la situación ideal para Irán, es que Israel quede inmerso en la lucha con Gaza”, dijo Amidror, un general retirado. “Tenemos que concentrarnos en el problema real: Irán y Siria. Hamas está desesperado y tiene que encontrar una forma de salvar su proyecto”, una referencia al gobierno del grupo en Gaza.
En momentos en que decrece la guerra del presidente Bashar al-Assad contra las fuerzas opositoras, Irán trabaja para crear raíces perdurables en Siria, aumenta su esfera de influencia y crea un corredor de transporte de armas desde Teherán hasta Beirut. Funcionarios israelíes temen que Irán pueda usar Siria como puesto de avanzada para amenazar al estado judío, algo similar al desafío surgido del Líbano con la milicia Hezbollah que respalda Irán.
Un vocero de Netanyahu declinó hacer declaraciones sobre toda posible relación de la estrategia israelí respecto de Irán y Hamas. “Nuestro objetivo es restablecer la calma para quienes viven en el sur y la zona adyacente a la Franja de Gaza”, dijo Netanyahu al Gabinete el domingo. “Ese objetivo se conseguirá plenamente”.
El programa nuclear de Irán, sus misiles balísticos, el apoyo a grupos hostiles a Israel y los llamamientos a la destrucción del estado judío llevan a algunos funcionarios israelíes a considerar que el país es casi una amenaza a su existencia. En los últimos meses Israel ha atacado con frecuencia bases iraníes y otros blancos militares en Siria a los efectos de presionar a Teherán a retirarse.
Para evitar que Gaza se transforme en una distracción, funcionarios israelíes respaldan los intentos de Egipto y las Naciones Unidas de acordar una tregua con Hamas. La idea sería cambiar la calma militar por la flexibilización de un bloqueo israelí y egipcio impuesto hace más de 10 años, según una persona familiarizada con las conversaciones que habló a condición de mantener el anonimato. Si todo sale bien, etapas posteriores podrían comprender inversión internacional en Gaza y la liberación de rehenes israelíes en la franja.