La economía argentina se contrajo bruscamente en el cuarto trimestre, mientras la tasa de desempleo aumentó, lo que podría perjudicar los índices de aprobación del presidente Mauricio Macri en su intento por ser reelecto a finales de este año.
El producto interno bruto cayó 6,2 por ciento respecto al año anterior, informó el jueves el Instituto Nacional de Estadística y Censos de la República Argentina. Representó el peor desempeño trimestral desde 2009 después de la crisis financiera mundial, aunque los datos económicos de Argentina se consideraron poco confiables hasta 2016. Los analistas habían pronosticado una contracción de 6,4 por ciento.
El PBI se derrumbó un 2,5% durante 2018
La segunda economía más grande de América del Sur tuvo una contracción de 2,5 por ciento el año pasado, la peor desde 2014, cuando la nación incumplió su deuda durante el gobierno anterior. El desempleo aumentó una muesca a 9,1 por ciento en el cuarto trimestre del periodo anterior.
Argentina está atravesando una recesión de dos años junto con una inflación obstinadamente alta. Eso ha obligado a su banco central a tomar medidas drásticas para estabilizar el peso, que perdió el 50 por ciento de su valor frente al dólar el año pasado. A casi el 65 por ciento, la tasa de referencia del banco es la más alta del mundo.
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Macri, un favorito del mercado que se postula para la reelección en octubre, también está reduciendo significativamente los gastos para cumplir con los términos de un programa de financiamiento de US$56.000 millones del Fondo Monetario Internacional. Las impopulares medidas de austeridad ya han afectado su índice de aprobación, que ahora es de alrededor del 35 por ciento.
