El arte y las antigüedades chinas se han salvado de los aranceles decretados por el presidente de Estados Unidos, Donald Trump. Al menos por ahora.
Trump ordenó a su Gobierno imponer aranceles del 10 por ciento sobre US$200.000 millones en bienes chinos la semana que viene y elevar la tasa al 25 por ciento en enero si Pekín se niega a ofrecer concesiones comerciales. Entre los artículos eliminados de la lista inicial de productos destinados a los gravámenes están las pinturas, esculturas, collages, cerámica y objetos históricos coleccionables, junto con las antigüedades de más de 100 años.
Los críticos del plan arancelario dijeron que este desalentaría a los coleccionistas privados y marchands de adquirir arte y elementos culturales chinos, y como los museos dependen de donaciones, estos y el público se verían afectados. También cuestionaron la efectividad de tratar de estimular la producción de EE.UU. o de cambiar el comportamiento comercial de China apuntando contra las obras de arte.
Quienes se oponen a los impuestos sobre las obras de arte chinas se encontraban entre los cientos de empresas y grupos comerciales estadounidenses que asistieron e hicieron declaraciones en audiencias públicas, así como en comentarios escritos, dirigidos a la Oficina del Representante de Comercio de EE.UU. (USTR, por sus siglas en inglés) con argumentos a favor de que se eximiera a ciertos productos de los aranceles. "Gracias a todos los que enviaron comentarios y se pronunciaron en contra de los aranceles propuestos para el arte chino y felicitaciones por ayudar a la USTR a tomar la decisión correcta", dijo James Lally, cuya galería de Manhattan se especializa en obras chinas, en un comunicado enviado por correo electrónico.
Ventas globales
China es el segundo mercado de arte más grande del mundo y representa el 21 por ciento de las ventas en valor, detrás de EE. UU., que tiene 42 por ciento, según el informe Art Market 2018 de Art Basel y UBS Group AG. Las ventas en el mercado global de arte alcanzaron los US$63.700 millones en 2017, 12 por ciento más que en 2016, según el informe. El año pasado, las importaciones provenientes de China abarcaron US$107,2 millones en antigüedades centenarias y US$66,6 millones en pinturas, dibujos y pasteles a mano, según datos del censo de EE.UU.
No obstante, el arte chino podría volver a quedar en la mira. China anunció rápidamente que planea tomar represalias con gravámenes sobre productos estadounidenses por el valor de US$60.000 millones, y Trump ha amenazado con imponer aranceles sobre unos US$267.000 millones en importaciones chinas si Pekín contraataca.
Los grupos empresariales de EE.UU. elogiaron las exclusiones de algunos productos destinados a los aranceles, pero también lamentaron que Trump avance con los gravámenes como una forma de enfrentar las prácticas comerciales de China en vez de buscar un acuerdo negociado.
"El Gobierno no prestó atención a las numerosas advertencias de consumidores y empresas estadounidenses sobre los crecientes costos y la pérdida de empleos en los centros comerciales, fábricas, granjas y haciendas de todo el país", dijo en un comunicado el máximo ejecutivo de la Cámara de Comercio de EE.UU., Thomas Donohue. "Ambos países deberían seguir negociando y EE.UU. debería seguir trabajando con sus aliados para buscar soluciones alternativas".