El primer ministro español, Pedro Sánchez, ha convocado una elección rápida que estará en pleno apogeo justo cuando el tortuoso retiro de Gran Bretaña de la Unión Europea alcance su tenso clímax.
Para Theresa May, del Reino Unido, existe un riesgo real de que los partidos rivales de España intenten usar el Brexit como arma política, enfocando su fuego en el pequeño afloramiento rocoso de Gibraltar.
El propio Sánchez forzó a May a ceder terreno en una pelea diplomática sobre el territorio en disputa en noviembre pasado, amenazando con vetar el acuerdo para el brexit. Para aplacarlo, Gran Bretaña se vio obligada a escribir una carta en la que reconocía que Gibraltar no sería necesariamente cubierto por un futuro acuerdo comercial entre el Reino Unido y la UE.
España acusa a la UE de ‘traición’ respecto de Gibraltar
El líder español se adjudicó la victoria y declaró que Gran Bretaña se verá obligada a iniciar conversaciones respecto a la soberanía conjunta sobre el territorio británico de ultramar, un objetivo de larga data de España.
La historia es importante porque May todavía necesita el apoyo de España. A medida que se acaba el tiempo, está tratando de reabrir las negociaciones del brexit para obtener un mejor trato respecto al backstop de la frontera irlandesa. Las nuevas conversaciones le darían a España, y a otros, la oportunidad de hacer sus propias demandas a cambio.
Muchos funcionarios del equipo de May también creen que tendrá que pedirle a la UE que extienda el plazo más allá de la fecha de salida programada para el 29 de marzo. Para eso, May necesitará el apoyo de cada uno de los otros 27 países miembro de la UE, incluido España.