El Fondo Monetario Internacional (IMF) anticipa que la economía mundial sufrirá la peor recesión desde la Gran Depresión este año, con un riesgo particularmente alto para los mercados emergentes y las naciones de bajos ingresos en África, América Latina y Asia.
El pronóstico de referencia del FMI indica una recuperación parcial de la economía mundial en 2021 si la pandemia desaparece en el segundo semestre de este año para permitir un levantamiento gradual de las medidas de contención, según la directora gerente, Kristalina Georgieva. "La incertidumbre sobre la duración del coronavirus significa que las cosas podrían terminar siendo aún peor" anticipaba.
La pandemia que se ha propagado desde la ciudad china de Wuhan a casi todos los rincones del mundo ha provocado el cierre de negocios y la pérdida de millones de empleos. Georgieva destacó el impacto en las industrias minorista, hotelera, de transporte y turismo y el efecto en los autónomos y las pequeñas y medianas empresas.
“La perspectiva pesimista se aplica tanto a las economías avanzadas como a las en desarrollo”, dijo Georgieva. “Esta crisis no conoce límites”.
Las sombrías proyecciones continúan con el cambio de perspectiva del FMI de hace menos de dos meses. El 19 de febrero, el fondo decía a los jefes de finanzas del Grupo de los 20 que “el crecimiento global parecía estar tocando fondo”. Tres días después, Georgieva anticipó que el virus probablemente reduciría solo 0,1 punto porcentual del pronóstico de crecimiento global de 3,3% del fondo para este año, aunque reconoció que se estaban estudiando “supuestos más graves”.
Para ayudar más a los más de 90 países que solicitan ayuda, la junta ejecutiva del FMI acordó duplicar el acceso a su financiamiento de emergencia para satisfacer la demanda esperada de alrededor de US$100.000 millones, dijo Georgieva. El FMI también está buscando US$1.400 millones en donaciones de los miembros para poder aliviar la deuda de los países de bajos ingresos para que puedan gastar en necesidades de salud en lugar de pagar la deuda, dijo. Eso es superior a una meta anterior de US$1.000 millones.
Georgieva destacó la necesidad de continuar con las medidas esenciales de contención y apoyo a los sistemas de salud; proteger a las personas y empresas afectadas mediante medidas fiscales y financieras específicas y de gran alcance; reducir el estrés al sistema financiero y evitar el pánico; y planear una eventual recuperación.