Francia sellará sus fronteras a los viajeros que vienen de fuera de la Unión Europea y cerrará grandes centros comerciales como parte de las nuevas de medidas destinadas a prevenir la propagación del covid-19 y así evitar un cierre más drástico de la economía.
El país está haciendo todo lo posible para evitar el confinamiento, dijo el viernes el primer ministro, Jean Castex, en un discurso televisado. Castex instó a más personas a trabajar desde casa e impuso pruebas de virus negativas para todos los que ingresan a Francia desde la UE, excepto los trabajadores transfronterizos.
La propagación de las variantes de covid-19 “aumenta el riesgo de que la pandemia empeore”, dijo, y agregó que Francia aún tiene la oportunidad de evitar un tercer confinamiento.
Las nuevas medidas ponen fin a una semana de especulaciones sobre si el presidente Emmanuel Macron endurecería drásticamente las restricciones después de retrasar una decisión que inevitablemente dañaría una economía ya maltrecha y que podría resultar políticamente costosa, a solo 15 meses de las elecciones presidenciales.
Macron se ha visto en medio de la presión de los médicos y los investigadores que piden el confinamiento para evitar un aumento en los casos y muertes similares a los del Reino Unido, y las empresas que desean permanecer abiertas para evitar el colapso.
La mayoría de los países de Europa están tomando medidas más estrictas para luchar contra las nuevas variantes, y los líderes advierten que las cepas mutadas darían lugar a medidas de confinamiento más prolongadas y posiblemente más estrictas. La UE cuenta con vacunas desarrolladas por varios fabricantes de medicamentos occidentales para controlar la pandemia, pero el ritmo de la campaña es más lento de lo esperado y el bloque está envuelto en una disputa de suministro con los fabricantes.
