Es poco probable que las acciones estadounidenses mantengan su desempeño superior a la media de la última década dado que los inversionistas se inclinan por otros activos, incluidos los bonos, en busca de mejores rendimientos, según los estrategas de Goldman Sachs Group Inc.
Se espera que el índice S&P 500 registre un rendimiento total nominal anualizado de tan solo el 3% durante los próximos 10 años, según un análisis realizado por estrategas entre los que se encuentra David Kostin. Eso contrasta con el 13% de la última década y con un promedio a largo plazo del 11%.
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La proyección de Goldman Sachs sobre el S&P 500
También prevén una probabilidad aproximada del 72% de que el índice de referencia vaya por detrás de los bonos del Tesoro y del 33% de que se queden rezagados con respecto a la inflación hasta 2034.
“Los inversionistas deberían estar preparados para retornos de la renta variable durante la próxima década que se sitúen en el extremo inferior de su distribución típica de rendimientos”, escribió el equipo en una nota fechada del 18 de octubre.
La renta variable estadounidense ha repuntado tras la crisis financiera mundial, primero impulsada por tasas de interés cercanas a cero y después por las apuestas a un crecimiento económico resistente. El S&P 500 va camino a superar al resto del mundo en ocho de los últimos 10 años, según datos recopilados por Bloomberg.
Aun así, el repunte del 23% observado este año se ha concentrado en un puñado de las mayores acciones tecnológicas. Los estrategas de Goldman afirmaron que esperan que los rendimientos se amplíen y que el S&P 500 de ponderación equivalente supere al índice de referencia ponderado por capitalización bursátil en la próxima década.
Incluso si el repunte se mantuviera concentrado, el S&P 500 registraría rendimientos inferiores al promedio, en torno al 7%, afirmaron.