Mientras Theresa May, la primera ministra británica, vuela a Irlanda del Norte para vender su plan para el brexit, el Partido Unionista Democrático se une en oposición al acuerdo detrás de su líder, Arlene Foster.
May está en Belfast este martes a fin de conseguir apoyo para su convenio, que según el DUP –como se conoce al partido por sus siglas en inglés– pone en peligro el lugar de Irlanda del Norte en el Reino Unido al atar potencialmente la región a las normas de la Unión Europea por tiempo indefinido.
“El DUP está a la cabeza y el Partido Conservador nos necesita. Si a esta altura no saben eso, viven en las nubes“, dijo Alan Ewart, de 68 años, miembro del partido desde su creación en 1971 y ahora su director financiero. “Theresa May no logrará la aprobación del acuerdo en el Parlamento, por lo tanto, creo que sus días como primera ministra están contados”.
Ewart habló durante la conferencia anual del partido el sábado, mientras Foster prometía continuar la lucha contra el acuerdo de May. No hubo voces de disentimiento contra Foster, lo cual es una mala noticia para May, que depende de los 10 legisladores del DUP para mantenerse en el poder.
Esto también cuestiona su estrategia más amplia de apelar directamente a los votantes y compañías a fin de presionar a los legisladores para que respalden su convenio. Los grupos empresariales norirlandeses quieren que el DUP la apoye.
Acuerdo de May para el brexit no tiene los votos. ¿Ahora qué?
Apelación de May
Las compañías “deben poder comerciar libremente a través de la frontera con Irlanda y tener un acceso irrestricto al resto del mercado británico”, según May, que también visitará Gales para vender su acuerdo. “Este convenio hace eso posible y, por tal razón, en toda Irlanda del Norte, empleadores tanto grandes como pequeños lo apoyan”.
Para evitar el retorno de puntos de control en la frontera irlandesa, el acuerdo de May sugiere que todo el Reino Unido permanezca en la unión aduanera con la UE hasta que se encuentre una mejor solución. Pero Irlanda del Norte también mantendrá muchas de las reglas de la UE, y esto significa que se añadirán controles a los bienes que lleguen de Gran Bretaña. Tanto el Reino Unido como la UE dicen que quieren evitar que alguna vez se desencadene el llamado “backstop” –mecanismo que asegura, entre otras cosas, que no se apliquen aranceles, cuotas, reglas de origen o procesos aduaneros al comercio entre el Reino Unido y la UE–, pero hasta ahora eso no ha sido suficiente para tranquilizar al DUP.
En Dublín, algunos funcionarios esperaban que el partido se abstuviera en la próxima votación parlamentaria sobre el acuerdo de May, posiblemente si el Reino Unido aceptara cumplir con todas las reglas de la UE para evitar barreras internas. Sin embargo, en este momento nada indica que el DUP vaya a ceder.
“Lo que le diremos muy claramente a ella es que debe deshacerse del backstop”, dijo Foster. “Según entiendo, esto no lo aprobará el Parlamento, así que, en vez de perder tiempo estas dos semanas con una ofensiva de relaciones públicas, ella debería tratar de encontrar una tercera vía para avanzar”.