El primer ministro del Reino Unido, Boris Johnson, está bajo la presión. Legisladores de su propio partido solicitan que presente cómo levantará la cuarentena por coronavirus en todo el país en medio de la creciente preocupación por el daño económico que está causando.
Johnson aún no ha regresado a sus funciones tras padecer el virus y los ministros no han querido discutir sobre la relajación de las restricciones porque temen que un debate público anime a las personas a violar las normas.
Si bien la cuarentena ha ayudado a hacer más lenta la propagación del virus, los costos económicos crecen desenfrenadamente. Las perspectivas laborales son horrorosas y la contracción podría llegar a ser la peor en varios siglos, advirtieron el jueves actuales y exformuladores de política del Banco de Inglaterra.
El Reino Unido impuso agresivo confinamiento total ante un coronavirus sin freno
Cerca de 27% de la fuerza laboral del Reino Unido estaba en licencia al 5 de abril, y aproximadamente una cuarta parte de las empresas habían dejado de operar temporalmente, según la Oficina de Estadística Nacional. Entretanto, la producción se contrajo al ritmo más rápido en al menos 20 años este mes, según un Índice de Gerentes de Compras.
El Gobierno ha instado a la población a trabajar desde casa, si pueden, y ha desalentado los viajes para todos excepto aquellos trabajadores esenciales. También ha dado el paso sin precedentes de pagar una parte de los salarios de los trabajadores para evitar una ola de despidos masivos.
Algunos conservadores instaron al Gobierno a observar el ejemplo de otros países como Alemania, Dinamarca, Suiza y Austria, que han abierto tiendas pequeñas y algunas escuelas.