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El líder de NASA asiste a un lanzamiento ruso para "reparar relaciones"

El cambiante equilibrio de poder fue evidente el domingo cuando SpaceX desplegó un satélite argentino.

Jim Bridenstine, líder de la NASA.
Jim Bridenstine, líder de la NASA. | Cedoc

El jefe de la NASA planea asistir al lanzamiento de una nave espacial rusa Soyuz el jueves, en un esfuerzo por reparar las tensas relaciones producidas por el progreso de Estados Unidos de poner fin al monopolio de Moscú en los vuelos tripulados a la Estación Espacial Internacional, o ISS por sus siglas en inglés.

Antes de su viaje al cosmódromo de Baikonur en Kazajstán, Jim Bridenstine dijo a los reporteros que los lazos con Rusia no terminarán una vez que el programa de tripulación comercial de la NASA, que se basa en vehículos de lanzamiento de operación privada, inicie vuelos tripulados.

Mientras que las compañías privadas brindan alternativas a la NASA, "seguiremos lanzando astronautas estadounidenses en cohetes Soyuz rusos y nos encantaría que los cosmonautas rusos se lanzaran en cohetes de tripulación comercial en EE.UU.", dijo Bridenstine.

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Space Explorations Technologies Corp., del multimillonario Elon Musk, y Boeing Co., tienen contratos para llevar astronautas a la ISS a partir del próximo año. Es un desafío directo al programa espacial de Rusia, que ha ganado miles de millones de dólares en tarifas por transportar astronautas a la órbita desde que la NASA retiró su flota de transbordadores espaciales en 2011. Dmitry Rogozin, director de la agencia espacial rusa, Roscosmos, acusó a Musk en la televisión estatal la semana pasada de vender sus lanzamientos de cohetes SpaceX por debajo del costo como una forma de socavar la participación de mercado de Rusia.

El cambiante equilibrio de poder fue evidente el domingo cuando SpaceX desplegó un satélite para la agencia espacial argentina y luego aterrizó con éxito la primera etapa de su cohete Falcon 9 en una base de la fuerza aérea en California.

Mercado espacial

SpaceX cobra US$62 millones para enviar un Falcon 9 a la órbita. La unidad de lanzamiento comercial de Roscosmos dijo en Facebook la semana pasada que su paquete básico cuesta US$48,5 millones, lo que está "por debajo del precio promedio del mercado".

Rogozin, quien ha sido sancionado por EE.UU. y la Unión Europea desde 2014 en respuesta a la anexión de Crimea a Rusia, ha atacado con frecuencia a los estadounidenses. "Obviamente han surgido problemas con la NASA, pero no debido a la NASA, sino a algunos grupos estadounidenses que rodean a la NASA y que le dictan ciertas condiciones", dijo Rogozin en el programa Gran Juego del Canal Uno que se transmitió el 1 de octubre.

Las tensiones entre las dos superpotencias espaciales se han expandido aún más por un misterioso agujero de dos milímetros detectado en la IIS en agosto. Los rumores rusos culparon a los astronautas estadounidenses, mientras que Roscosmos todavía está investigando la causa del defecto.

"Sin conspiración"

"Tenemos que permitir muy desapasionadamente que la investigación avance sin especulaciones, sin rumores, sin insinuaciones y sin conspiración", dijo Bridenstine.

Rusia gana más de US$600 millones anuales por enviar extranjeros a la órbita, pero Roscosmos puede encontrar otros países para que ocupen las plazas actualmente reservadas para la NASA, según Alexander Zheleznyakov, miembro de la academia rusa de cosmonáutica.

"Nada ha interferido en las relaciones con respecto a la ISS, excepto por la controversia sobre el agujero en la Soyuz, y ni siquiera las declaraciones políticas rusas las han interrumpido", dijo.

Roscosmos obtiene aproximadamente una cuarta parte de su presupuesto enviando astronautas extranjeros a la estación espacial y la condición de "superpotencia espacial" de Rusia depende de la ISS ", dijo Pavel Luzin, un analista ruso centrado en la política y defensa del espacio. "El equilibrio de poder entre Roscosmos y la NASA no es conveniente para Rusia", dijo.

Un informe de la NASA en 2016 indicó que EE.UU. gastaría US$950 millones para comprar 12 asientos para miembros de su tripulación en 2017 y 2018. Mientras que los proveedores de tripulación comercial están en camino a lanzar misiones a mediados del próximo año, "tenemos asientos disponibles en los cohetes Soyuz hasta febrero de 2020, así que eso nos da un poco de margen", dijo Bridenstine.

La relación entre EE.UU. y Rusia en el espacio "es fuerte", señaló. "Siempre hemos sido capaces de mantener la exploración espacial, el descubrimiento y la ciencia separados de cualquier disputa terrestre que pueda haber", dijo.