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Votan este domingo en Bolivia

Evo Morales, el líder sudamericano con más tiempo en el poder, va por otro mandato

El mandatario por su cuarto período, pese a que ignoró el resultado adverso del referéndum que le impedía extender su estadía en el poder.

El presidente de Bolivia, Evo Morales.20180926
El presidente de Bolivia, Evo Morales. | Bloomberg

El presidente de Bolivia, Evo Morales, se enfrenta al reto electoral más difícil hasta el momento. El dirigente quiere lograr un cuarto mandato ante el decreciente entusiasmo de los votantes por el líder con más antigüedad en el cargo de Sudamérica.

Morales necesita el 50% de las papeletas en una votación de primera ronda el domingo, o el 40% más una ventaja de 10 puntos frente a su rival más cercano, para evitar una segunda vuelta. Las encuestas sugieren que tiene una buena probabilidad de lograrlo, aunque a diferencia de contiendas anteriores, el resultado podría estar reñido. Una encuesta de Ipsos Bolivia publicada el 13 de octubre daba a Morales un 40% frente a su rival más cercano, Carlos Mesa, con un 22%, y un margen de error del 2%.

Morales es el único sobreviviente de la llamada Marea rosa de los líderes izquierdistas que reformó la política del continente durante la década de 2000. El gobernante ha presidido durante más de una década de fuerte crecimiento económico, aumento de ingresos y disminución de la pobreza.

Sin embargo, Morales ignoró el resultado adverso que tuvo en un referéndum de 2016 sobre los límites del mandato presidencial, lo que motivpo a sus opositores a ser cada vez más críticos sobre sus credenciales democráticas. Incluso se le cuestiona que su modelo económico poco ortodoxo está empezando a perder impulso.

“Sin duda, será una carrera más reñida”, dijo Kathy Ledebur, directora de Andean Information Network, un grupo de análisis de Cochabamba, el tercer mayor distrito de Bolivia. “Pero hay una buena posibilidad de que gane en la primera ronda”, agregó.

Morales, un indio aymara en un país históricamente gobernado por una élite blanca más rica, llegó al poder tras las elecciones de 2005 en las que prometió nacionalizarlo todo. De hecho, su partido Movimiento hacia el Socialismo (MAS) ha demostrado ser considerablemente más pragmático de lo que sugiere gran parte de su retórica.

“No es un modelo absolutamente socialista ni estrictamente liberal”, dijo por teléfono Hugo Siles, economista en La Paz. “Su característica principal es la nacionalización de empresas públicas estratégicas junto con una economía de libre mercado a la hora de determinar los precios de los bienes básicos”.

Hasta la fecha, ese modelo ha resultado ser notablemente exitoso, con una expansión media del PIB del 4,9% entre 2004-2014, el período de crecimiento más largo en la historia del país. Tanto la pobreza como la desigualdad han disminuido significativamente.

Pero solo tres productos representan más del 70% de las exportaciones de Bolivia: gas, zinc y oro. Con las exportaciones de gas en declive, las futuras fuentes de ingresos del país parecen menos seguras.

Cuando los ingresos de las materias primas comenzaron a caer, la Administración de Morales intervino para mantener los niveles de gasto público. La deuda del sector público aumentó del 38% del PIB al 53% entre 2014 y 2019, mientras que las reservas internacionales de Bolivia se hundieron desde algo más de US$15.000 millones a US$8.000 millones.

Bolivia tenía uno de los déficits fiscales más altos de la región en 2018 con 8,1% del PIB. Aunque el Gobierno apunta a menos del 7% este año, sigue siendo un nivel “insostenible”, según Siles. No obstante, a pesar de la perspectiva de tiempos más difíciles, la campaña electoral apenas ha tocado cuestiones de economía, centrándose en cambio en temas como la salud y la seguridad. Los bonos denominados en dólares bolivianos con vencimiento en 2028 ofrecen un rendimiento ligeramente superior al 5%, muy por debajo de otras naciones sudamericanas como Argentina y Ecuador.

“Las empresas ven a Evo como el mejor garante de la estabilidad”, dijo Eduardo Gamarra, profesor de ciencias políticas en la Universidad Internacional de Florida. “Es curioso, pero probablemente sea un socialista del siglo XXI solo de nombre”.