Theresa May se está esforzando por mantener su cargo y así poder completar la tarea de definición de su primer mandato: sacar al Reino Unido de la Unión Europea. Sin embargo, sus esperanzas de éxito ahora recaen en su gran rival. Altos funcionarios del equipo de la primera ministra creen que la única posibilidad realista de que un acuerdo del brexit sea aprobado en el Parlamento es si el líder del Partido Laborista de la oposición, Jeremy Corbyn decide -preferiblemente esta semana- que es de su interés resolver el problema.
A diferencia de May, Corbyn no parece tener apuro por cerrar el tema del brexit, dijeron personas familiarizadas con el asunto. Si no se puede sellar un acuerdo antes de que se celebren las elecciones al Parlamento Europeo el 23 de mayo, los aliados de la primera ministra temen que pierda su oportunidad y podría ser obligada a dimitir, según las personas, que pidieron no ser nombradas.
La primera ministra se enfrenta a renovadas demandas de retirarse de los activistas del Partido Conservador de base, mientras que varios de sus colegas en el Parlamento quieren que renuncie. Las quejas de los tories a favor del brexit se centran en el hecho de que May no completó el divorcio del Reino Unido con la UE y en su decisión de iniciar conversaciones con el socialista Corbyn, su enemigo político, en un intento por alcanzar un consenso entre los partidos.
Retrasos
Gran Bretaña debía abandonar la UE el 29 de marzo, pero el divorcio se ha pospuesto dos veces después de que el Parlamento repetidamente rechazó los términos negociados por May. Ahora, es posible que el país no se retire del bloque antes de octubre 31, prolongando la incertidumbre política y generando consternación en los líderes empresariales. Las conversaciones entre los funcionarios del partido laborista y el partido conservador se reanudarán el martes, luego de que los miembros del Parlamento regresen a Londres de sus vacaciones de Pascua.
Según uno de los principales aliados de May, la pregunta crucial para la primera ministra es si puede convencer a su propio partido sobre un compromiso referente a la membresía de una unión aduanera, a pesar de su reiterada insistencia en que permanecer en el régimen arancelario de la UE sería un mal acuerdo. Para Corbyn, la cuestión clave es si puede salirse con la suya sin otro referéndum, cuando muchos miembros laboristas quieren que el público tenga la oportunidad de votar si aceptar o no los términos del divorcio del Reino Unido.
’Desesperación’ de los tories
El telón de fondo de las negociaciones entre partidos es la precaria posición de May como líder de partido y primera ministra. Ella ya prometió retirarse una vez se acepte el acuerdo de salida, para dar paso a un nuevo líder que se haga cargo de la segunda fase del proceso brexit: negociación de la futura asociación con la UE. May está decidida a llegar hasta la conclusión del divorcio, dicen sus asesores. Pero para muchos conservadores, ella ya se ha comprometido demasiado e incluso los aliados más cercanos de la primera ministra reconocen que su destino ya no está completamente en sus manos.
El lunes, se supo que los jefes de las asociaciones locales del Partido Conservador celebrarán una votación no vinculante sobre el liderazgo de May, en una reunión especial. Dinah Glover, presidenta de los conservadores del área este de Londres, dijo que había "desesperación en el partido". Dijo a la BBC: "Me temo que el partido no aprueba la manera en que la primera ministra está llevando a cabo negociaciones".
No se ha anunciado ninguna fecha para la votación, en la que participarán los 800 funcionarios de mayor rango del partido. May sobrevivió a un intento de expulsarla como líder tory en diciembre. Otro voto formal de “no confianza” entre los miembros conservadores del Parlamento no se puede realizar antes de final de este año, según las reglas del partido. Ha habido informes de que algunos conservadores están considerando si cambiar las reglas para permitir que se celebre otra votación antes.
El equipo de May anticipa que mientras los líderes rivales se están preparando para un concurso en miras de sucederla, los rivales potenciales dentro del gabinete no quieren asumir el control hasta que el Reino Unido se haya ido de la UE.
D.S.