La canciller alemana, Angela Merkel, trató de calmar una creciente crisis legal causada por un fallo emitido la semana pasada por el tribunal más alto de la nación acerca de las operaciones del Banco Central Europeo, lo que a su vez provocó amenazas de acciones legales por parte de Bruselas.
En un fallo del 5 de mayo pasado, jueces constitucionales de Alemania dieron al BCE un ultimátum de tres meses para arreglar supuestas imperfecciones en su política de flexibilización cuantitativa y pidieron a su propio ejecutivo y legislatura que supervisaran el progreso del BCE.
La medida provocó críticas de que el tribunal de Karlsruhe estaba socavando la autonomía de las instituciones de la Unión Europea al desautorizar una instancia superior, el Tribunal de Justicia de la Unión Europea.
Merkel, en una discusión a puertas cerradas con los lideres de su partido Unión Demócrata Cristiana este lunes 11, sugirió una solución alternativa.
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"El BCE podría explicar su programa de compra de activos al Bundesbank, que serviría de intermediario al Parlamento alemán", según una persona familiarizada con la situación que pidió no ser identificada debido a la confidencialidad de las deliberaciones.
Por separado, el portavoz de Merkel, Steffen Seibert, dijo que el gobierno no ve el fallo como una violación a la autoridad del Tribunal de Justicia de la Unión Europea.
El Banco Central Europeo (BCE) es el banco central de los 19 países de la Unión Europea que han adoptado el euro. Desde la misma entidad sostienen que "Su función principal es mantener la estabilidad de precios en la zona del euro para preservar el poder adquisitivo de la moneda única".