El gerente general del Banco de Pagos Internacionales (BPI), Agustín Carstens, defendió las recientes pérdidas en los bancos centrales y dijo que las entidades “pueden operar de manera efectiva” incluso con patrimonio negativo.
“Tienen el mandato de actuar en beneficio público: salvaguardar el valor del dinero que emiten”, escribió Carstens en un artículo de opinión publicado el martes en el Financial Times, dado a conocer junto con un artículo de boletín de su personal. “Lo primordial para los bancos centrales no son las ganancias, sino el bien público”.
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Si bien, en tiempos normales, su monopolio de impresión de dinero les permite generar ganancias, es sensato que, en tiempos de crisis, asuman riesgos que puedan provocar pérdidas, según Carstens, quien insiste en que los funcionarios deben ser juzgados solo por si cumplen con sus mandatos.
Según el otro informe del BPI, con sede en Basilea, la Reserva Federal de Estados Unidos, el Banco de Inglaterra y sus pares de Japón, Australia, Suecia, Países Bajos, Suiza, República Checa y Nueva Zelanda han advertido sobre pérdidas.
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Entre 2002 y 2021, cerca de 10 de los 32 bancos centrales monitoreados registraron períodos de patrimonio negativo, indicó el BPI. En los bancos centrales de Chile, República Checa, Israel y México, esto se produjo varios años.
“Pero en todo momento se mantuvo la estabilidad financiera y de precios”, señalan los autores, que concluyen que, en tiempos de pérdidas, los bancos centrales deben explicar claramente las razones y poner de relieve los beneficios generales de su política monetaria.
Si bien las pérdidas de los bancos centrales podrían perjudicar las finanzas de los gobiernos, el costo de que los bancos centrales ignoren los mandatos para evitar las pérdidas sería mucho mayor, escribió Carstens. “Ahora, y a largo plazo, los costos de las pérdidas de los bancos centrales son insignificantes en comparación con los costos de la elevada inflación y la prolongada crisis económica”.