Cada vez hay más presión para que Facebook y otras plataformas de redes sociales bloqueen la difusión de propaganda extremista, incluidos ataques terroristas, tras la retransmisión en directo del atentado del viernes contra dos mezquitas en Nueva Zelanda. El primer ministro de Australia instó al Grupo de los 20 a debatir una estrategia durante la cumbre de junio, mientras que los medios de comunicación de Nueva Zelanda informaron que los mayores bancos del país retiraron su publicidad de Facebook y Google.
"No podemos quedarnos cruzados de brazos y aceptar que estas plataformas simplemente existen y lo que se dice no es responsabilidad del lugar donde se publican", dijo la primera ministra de Nueva Zelanda, Jacinda Ardern, al Parlamento el martes. “Son el editor, no solo el cartero. No puede ser todo ganancias y ninguna responsabilidad". Facebook dijo que había estado trabajando directamente con la policía de Nueva Zelanda y con la industria tecnológica para "ayudar a contrarrestar el discurso de odio y la amenaza del terrorismo".
El terrorista acusado de matar a 50 personas en la ciudad de Christchurch, Nueva Zelanda, retransmitió en vivo los asesinatos, y el vídeo era fácilmente accesible en una serie de plataformas horas después del ataque. El sospechoso, un australiano, subió su manifiesto de odio a internet poco antes iniciar el ataque.
Contenido ofensivo
Es el ejemplo más reciente de las dificultades de las redes sociales para bloquear contenido ofensivo de los sitios web que generan miles de millones de dólares en ingresos de anunciantes, un problema por el que el fundador de Facebook, Mark Zuckerberg, tuvo que comparecer ante el Congreso de Estados Unidos. El ataque fue visto menos de 200 veces durante su retransmisión en vivo, y ningún usuario informó de las imágenes durante ese tiempo, dijo el vicepresidente de Facebook y asesor general, Chris Sonderby, en una publicación de blog. Se informó a la compañía 29 minutos después del inicio de la retransmisión y se vio 4.000 veces antes de ser retirado, dijo.
El G-20 debería debatir el tema en su Cumbre de Osaka en junio, dijo el primer ministro australiano Scott Morrison el martes en una carta abierta al anfitrión de este año, su homólogo japonés, Shinzo Abe. El grupo debe trabajar para asegurar que las empresas de tecnología introducen filtros adecuados y eliminan contenido vinculado al terrorismo, y muestran transparencia en el cumplimiento de esos requisitos, dijo.
"Es inaceptable tratar a internet como un espacio sin gobierno", dijo Morrison. "Es imperativo que la comunidad mundial trabaje en conjunto para garantizar que las empresas de tecnología cumplan con su obligación moral de proteger a las comunidades a las que sirven y de las que se benefician". El Gobierno de Ardern analizará el papel que desempeñan las redes sociales y los pasos que puede tomar la Administración, incluso en el ámbito internacional.