Es posible que la defensa que hace Monsanto Co. de su herbicida Roundup quede afectada porque una revista académica afirma que la empresa no reveló totalmente su participación en estudios publicados que concluyeron que el herbicida era seguro.
Una corrección publicada por Critical Reviews in Toxicology, una revista académica que analiza los riesgos para la salud de químicos, podría reforzar los argumentos de que Monsanto, hoy parte de Bayer AG, fue la escritora fantasma de revisiones de seguridad mientras los abogados tratan de convencer a los jurados de que Roundup provoca cáncer.
Monsanto defiende la independencia de la reseña publicada en 2016 y la revista no modificará las conclusiones científicas de los estudios. Pero la editorial de la publicación dijo el miércoles que publicará una “Manifestación de inquietud” vinculada con los artículos porque sus autores “no han podido brindar una explicación adecuada de por qué no se alcanzó el nivel exigido de transparencia en la primera presentación”.
Las acusaciones de que Monsanto fue la autora fantasma de documentos científicos para desestimar las acusaciones de que un componente químico fundamental de Roundup provoca cáncer, así como correos electrónicos que apoyan esos documentos, aparecieron en el primer juicio contra el herbicida, que terminó en agosto con un veredicto desfavorable para la empresa que le ordenó pagar US$289 millones.
“En sí, quizás la corrección no sea tan importante si los abogados de los demandantes tienen esos trapos sucios de Monsanto”, dijo Thomas G. Rohback, un abogado litigante que no está involucrado en los litigios por Roundup. “Más reveladores son el carácter y la magnitud del involucramiento y el motivo para la exposición incorrecta de lo ocurrido”.
‘No sustancial’
Sam Murphy, portavoz de Monsanto, escribió por email que los artículos en cuestión forman “una pequeña parte de un extenso corpus de investigación” que demuestra que los herbicidas a base de glifosato son seguros. La influencia de la empresa sobre los estudios fue “no sustancial” y consistió en cosas como brindar asistencia con el formato y proveer un historial de supervisiones regulatorias, dijo Murphy. “Las conclusiones científicas pertenecen exclusivamente a los autores”.
Bayer enfrenta litigios de más de 9.500 demandantes en Estados Unidos, la mayoría agricultores, que responsabilizan al glifosato por el linfoma no hodgkiniano. El próximo juicio podría comenzar entre diciembre y febrero.
La corrección se hace por el requisito de la revista de revelar cualquier posible conflicto con el autor. La declaración inicial de divulgación indicó que la participación de Monsanto se limitó a pagarle a una consultora para desarrollar el suplemento de la revista intitulado “An Independent Review of the Carcinogenic Potential of Glyphosate”. Según este documento, ningún empleado o abogado de Monsanto revisó los manuscritos presentados a la revista.
Correos internos presentados en el litigio revelaron que científicos de Monsanto estuvieron muy involucrados en la organización, la revisión y la edición de versiones del artículo.
Critical Reviews in Toxicology acordó con los autores corregir las declaraciones de divulgación para tres de los artículos del suplemento, dijo Elaine Devine, una portavoz de la revista, por email. Devine añadió que los autores no pudieron fijar un plazo para las divulgaciones de otros dos artículos.