Royal Dutch Shell Plc dijo que sus emisiones de carbono y su producción de petróleo ya han alcanzado su punto máximo y disminuirán en los próximos años a medida que la compañía elabora un plan detallado para su transición hacia una energía más limpia.
En una señal de cuánto se ha alejado la industria petrolera de su mantra de crecimiento y exploración, Shell dijo que su producción de petróleo caerá entre 1% y 2% al año. La producción de “combustibles tradicionales” será 55% menor para 2030.
En una amplia actualización de su estrategia publicada el jueves, la compañía angloholandesa estableció nuevos objetivos para la carga de automóviles eléctricos, la captura y almacenamiento de carbono y la generación de electricidad. También intentó tranquilizar a los inversionistas sobre que podría mantener los rendimientos a través de la transición energética, reiterando su promesa de un aumento anual de dividendos de aproximadamente 4% y la reanudación de las recompras de acciones una vez que se haya alcanzado su objetivo de deuda neta.
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“Nuestra estrategia acelerada reducirá las emisiones de carbono y generará valor para nuestros accionistas, nuestros clientes y la sociedad en general”, dijo el director ejecutivo de Shell, Ben van Beurden, en un comunicado.
A diferencia de sus pares BP Plc y Total SE, Shell no anunció ningún gran acuerdo para aumentar rápidamente su capacidad de energía limpia. Eso está en consonancia con el enfoque de Shell desde que anunció su objetivo de emisiones cero netas en abril.
Shell dijo que su intensidad neta de carbono caerá entre 6% y 8% en 2023, en comparación con 2016. Esa reducción se ampliará a 20% en 2030, a 45% en 2035 y a 100% para 2050.