Diversidad e inclusión. Palabras repetidas tan a menudo que son prácticamente un mantra en la América corporativa. Apenas pasa un día sin que algún director ejecutivo exalte las virtudes de un lugar de trabajo más diverso e inclusivo.
Sin embargo, cuando se trata de mostrar su progreso al mundo, algunos de los nombres más importantes de Silicon Valley están recurriendo a una defensa legal novedosa: afirmar que son secretos comerciales.
Cada vez más, firmas como Oracle y Palantir Technologies sostienen que las cifras detalladas y exigidas por el gobierno respecto a la cantidad de mujeres y personas de color que emplean deben permanecer confidenciales. Hacerlas públicas, dicen, equivaldría a regalar tecnología patentada y entregar a los competidores una "hoja de ruta" para cazar talento.
Al bloquear la publicación de estas cifras, "las empresas pueden usar esta táctica para ocultar las disparidades de género y raza e interferir con el avance de la ley de derechos civiles y la equidad en el lugar de trabajo", comentó en una entrevista Jamillah Bowman Williams, profesora asociada en el Georgetown University Law Center.
Cambiar el statu quo nunca ha sido fácil. Un creciente órgano de investigación muestra que las diversas perspectivas aportan beneficios tangibles a las empresas que las apoyan; sin embargo, los directores ejecutivos de raza negra y las mujeres que desempeñan las mismas labores lideran solo el 5% de las compañías S&P 500, una cifra que cayó en años recientes. Esto se complica por el hecho de que casi tres cuartas partes de los líderes corporativos escogen a los protegidos de la misma raza o género.
El problema de raza y género en la industria tecnológica se ha convertido en un punto focal a medida que la industria se ha alzado para dominar grandes franjas de la economía estadounidense. Todos, desde Apple hasta Google y Facebook, han acogido públicamente la importancia de la diversidad y se han comprometido reiteradamente a volverse menos homogéneos. Sin embargo, hasta ahora, los esfuerzos de toda la industria han generado un avance escaso.
Mientras que la proporción de mujeres ha aumentado, las disparidades raciales persisten. Los empleados negros conformaban menos del 3% de la fuerza laboral de Silicon Valley y los trabajadores hispanos representaban menos del 7%, una pequeña mejora con respecto a años anteriores.
Cuando se trata de la diversidad, Williams argumenta que la lógica legal es débil. Para ser un secreto comercial, una empresa debe demostrar que es valioso mantener la confidencialidad de la información y que podría enfrentar un daño económico si se hace pública.
De acuerdo con el Departamento de Educación, entre 2014 y 2015, los estudiantes negros que obtuvieron una licenciatura en ciencias, tecnología, ingeniería y matemáticas representaron el 7,1% de los graduados en esos campos. Sin embargo, en Silicon Valley, los empleados negros constituían menos de la mitad.
"Si realmente están preocupados por la equidad y la diversidad a largo plazo, no solo en su empresa sino en la industria y en la sociedad en general", dice, "entonces usted esperaría que tuvieran un diálogo más amplio al respecto", puntualizó.
ED