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Estaos Unidos vs China

La guerra comercial ya genera tensiones entre startups norteamericanas

Meron Gribetz cautivó a la multitud con un dispositivo de realidad aumentada para manipular imágenes holográficas, pero la puja comercial la sacó a su principal inversionista chino.

CB Insights 01182019
Meron Gribetz, dueño de Meta, compañía con sede en Silicon Valley. | AugmentedWorldExpo

La charla TED de Meron Gribetz resuena especialmente en China. Dos de las marcas tecnológicas más reconocidas del país, Lenovo y Tencent, escribieron cheques a Meta, la compañía con sede en Silicon Valley de Gribetz, que recaudaría más de US$80 millones, señaló la firma de investigación PitchBook Data. La confianza en el dinero chino finalmente contribuiría a la caída de la startup, según Gribetz.

En una entrevista, Gribetz dijo que los temores sobre la escalada de aranceles entre EE.UU. y China, y el escrutinio de los acuerdos con el extranjero dejaron a su compañía sin el financiamiento que había anticipado.

"Debido a la guerra comercial, los chinos bloquearon este acuerdo en el último minuto", expresó Gribetz. "No logramos atraer nuevos fondos y la compañía se quedó sin recursos".

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Mientras que los aranceles chinos han castigado a los fabricantes de electrónica estadounidenses grandes y pequeños, las startups de dispositivos se enfrentan a retos fundamentales además de la política. En particular, los cascos de realidad aumentada que proyectan imágenes digitales en la visión del mundo real del usuario aún tienen que cumplir con las expectativas. Algunos de los mayores defensores estaban en China.

Según el investigador CB Insights, los fondos para las empresas de realidad aumentada o de realidad virtual que involucran a inversionistas chinos alcanzaron casi US$1.000 millones en 2017.

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Meta había estado trabajando en sus cascos durante varios años antes de la charla TED de Gribetz. La compañía vendió el dispositivo por US$1.495 a través de su sitio web y presentó el producto a arquitectos, diseñadores, fabricantes de automóviles y otros profesionales que podrían usarlo para manipular hologramas 3D con sus manos para visualizar datos y prototipos. Meta tenía pensado abrir una filial china cerca de algunos de sus principales inversionistas, expresó Gribetz.

En septiembre, Gribetz dijo que Meta tenía un compromiso de una firma china de capital privado y bienes raíces por US$20 millones, lo que anclaría una ronda de financiamiento de US$150 millones. Sin embargo, el principal inversionista se retiró, dijo, a instancias de un funcionario chino que citó la guerra comercial y las medidas de la administración de Trump. Como resultado, otros inversionistas se retiraron, indicó.

China podría postergar sus planes de alta tecnología ante la guerra comercial.

Sin financiamiento adicional, Meta no pudo pagar sus obligaciones de deuda y el banco incautó a la compañía con sede en San Mateo, California, señaló Gribetz. Los activos se vendieron a un valor por debajo del monto del préstamo pendiente, según un tribunal que presentó una demanda por infracción de patente contra Meta. "Me golpearon con esta guerra comercial, y fue algo muy sorprendente e impactante", dijo. "Traté de hacer mi mejor esfuerzo".