La administración Trump propondrá suprimir un mandato de la era Obama que obliga a las nuevas centrales eléctricas a carbón a utilizar tecnología de captura de carbono, con lo que se eliminaría una barrera importante para construir dichas plantas, según una persona familiarizada con los planes.
La Agencia de Protección Ambiental (EPA, por sus siglas en inglés) desvelará la medida el jueves, durante un evento en su sede en Washington, según esta persona, a quien se le ha concedido anonimato para hablar sobre la propuesta antes del anuncio formal.
La EPA afirmará que la exigencia de tecnología de captura y almacenamiento de carbono no cumplió con el criterio legal de "debida demostración", lo cual refleja una objeción planteada por compañías eléctricas, la minera de carbón Murray Energy Corp. y asociaciones de la industria que han impugnado el mandato en un tribunal federal.
Aunque la tecnología se ha utilizado en refinerías de petróleo y otras instalaciones, incluida una unidad a carbón en una planta de NRG Energy Inc. en Texas, no se ha implementado ampliamente en el sector eléctrico.
La regulación del gobierno de Obama, completada en 2015, impuso límites de dióxido de carbono para las centrales eléctricas de carbón nuevas y modificadas, los cuales no se podrían cumplir sin la instalación de algún tipo de tecnología para la captura de carbono.
El reemplazo propuesto elevaría las emisiones de dióxido de carbono admisibles para centrales eléctricas a carbón nuevas y modificadas. Ese umbral propuesto sería posible sin utilizar tecnología para la eliminación de las emisiones, mientras que los servicios públicos deberán usar otras tecnologías avanzadas para garantizar que el carbón se queme de forma limpia y eficiente, aseguró la persona familiarizada con la propuesta. La medida encaja con otra ofensiva de la EPA para debilitar dramáticamente una regulación de la administración Obama que limita las emisiones de dióxido de carbono de las centrales eléctricas a carbón existentes.
El presidente Donald Trump prometió en su campaña recuperar empleos de la industria del carbón y levantar las regulaciones que, según él, estaban frenando la economía estadounidense.
Sin embargo, es poco probable que el esfuerzo logre un renacimiento de la energía del carbón en EE.UU., ya que las empresas de servicios públicos se pasan cada vez más al gas natural, de combustión más limpia, y a las fuentes renovables con cero emisiones. Desde 2010, los propietarios de centrales eléctricas han retirado o anunciado planes de retirar al menos 630 centrales a carbón en 43 estados: casi el 40 por ciento del total en EE.UU., según datos de la American Coalition for Clean Coal Electricity (Coalición Estadounidense para la Energía del Carbón Limpia). La propuesta de la EPA estará sujeta a comentarios públicos y podría completarse el próximo año.
