BLOOMBERG
Coronavirus en Estados Unidos

Los ciudadanos estadounidenses no tienen la culpa

El presidente Donald Trump nunca les dio mensajes claros al respecto a los habitantes de su país. Galería de fotos

Donald Trump
Donald Trump | Cedoc

Veo que muchas personas en los medios expresan desprecio por aquellos que salen a la calle sin seguir las mejores prácticas para contener el coronavirus. Estoy aquí para defender a los ciudadanos comunes.

Pero primero: ¡use un barbijo! Cuanto más avanza, más claro queda que los barbijos son la primera línea de defensa. El distanciamiento social también es importante, junto con el lavado de manos; estar en interiores es más riesgoso que en exteriores. Pero en lo que más está fallando Estados Unidos, en comparación con otros países, es en el uso de barbijos. 

No culpo a los ciudadanos comunes por cómo han manejado esto. La verdad es que los esfuerzos del Gobierno por informar a la ciudadanía sobre la pandemia han sido un fracaso colosal.

Esto no les gusta a los autoritarios
El ejercicio del periodismo profesional y crítico es un pilar fundamental de la democracia. Por eso molesta a quienes creen ser los dueños de la verdad.
Hoy más que nunca Suscribite

 La mayoría de las personas recibe mensajes mixtos y acallados sobre qué hacer. No es sorprendente que, como resultado, mucha gente crea que la información es errónea, y otros simplemente se desesperen.

Estados Unidos reveló todo lo que sabe sobre el coronavirus y su transmisión

Mucha gente ha contribuido a este fracaso, pero la mayor responsabilidad recae en Donald Trump, quien como presidente tiene el deber particular de informar con precisión a las personas y, con mucho, tiene la tribuna más grande. Trump debería haberse asegurado desde el principio que el Gobierno enviara un mensaje claro, poniendo a los expertos al frente y respaldando con medidas lo que ellos dijeran. Debería haber sido consciente de los peligros de politizar el mensaje y, por lo tanto, hacerlo lo más bipartidista posible, por ejemplo, recurriendo a políticos, celebridades y otros estadounidenses influyentes para que corrieran la voz.

Trump intentó brevemente decir que el país estaba en guerra con el coronavirus. Cualesquiera que sean los méritos de ese marco, nunca actuó como si fuera verdad. El consenso general parece ser que este presidente simplemente no puede tolerar compartir el centro de atención con nadie más, incluso si hacerlo lo beneficiara políticamente (como seguramente habría ocurrido al contener el virus). Quizás haya alguna otra razón. Pero los resultados son claros.

Trump dejó de lado a los expertos, nunca hizo un gesto hacia el bipartidismo e, incluso durante el breve período en que se tomó en serio la amenaza, dedicó poco tiempo a explicar qué podían hacer los ciudadanos comunes.

Y no es solo el presidente. Muchos políticos republicanos han tratado durante meses la pandemia como si ya no fuera una amenaza. Algunos demócratas e incluso autoridades de salud pública han sumado mensajes mixtos al actuar como si la protesta fuera algún tipo de escudo que mantuviera a las personas a salvo. Los medios también han cometido errores. Pero todo esto está en el contexto de un presidente que aparentemente renunció a sus responsabilidades hace dos meses.

No, esto no exime a los ciudadanos comunes de responsabilidad (en serio, ¡use un barbijo!). Tampoco significa que otros políticos o los medios de comunicación deban renunciar a intentar alentar comportamientos más seguros. Sin embargo, en general, es el presidente quien domina el entorno de la información cuando se trata de emergencias de salud pública y quien tiene la mayor responsabilidad de garantizar que las personas estén informadas sobre sus obligaciones. Y Trump no lo ha hecho.