Morgan Stanley comenzará a informar las emisiones de carbono resultantes de sus préstamos e inversiones, con lo que proporcionará una mayor claridad que cualquiera de sus principales pares estadounidenses sobre cómo el banco contribuye al cambio climático.
La firma se convirtió en el primer banco importante de Estados Unidos en unirse a la Asociación para la Contabilidad Financiera de Carbono (PCAF, por sus siglas en inglés), dijo Morgan Stanley en un comunicado el lunes. Los 66 miembros formales del grupo, que representan más de US$5,3 billones en activos, están trabajando para impulsar a la industria financiera a contribuir a los objetivos del Acuerdo de París sobre cambio climático.
Morgan Stanley, con sede en Nueva York, también estará en el comité directivo de la asociación y ayudará a PCAF a desarrollar una norma de contabilidad global que las instituciones financieras puedan utilizar para medir y reducir su impacto en el clima. Otros miembros del comité incluyen ABN Amro Bank NV, Amalgamated y ASN Bank.
“Estamos entusiasmados de unirnos a PCAF y apoyar el importante trabajo que están llevando a cabo para construir una metodología que apoye los esfuerzos de los bancos globales para rastrear y medir los riesgos del cambio climático”, dijo Audrey Choi, directora de sostenibilidad de Morgan Stanley, en el comunicado.
Los bancos estadounidenses son los principales financiadores de contaminadores y han sido más lentos en considerar su propia contribución al cambio climático global que muchos de sus pares europeos.
PCAF, creada por catorce instituciones financieras holandesas en 2015, está trabajando para cuantificar el impacto en las emisiones de financiamiento para la industria de combustibles a base de carbono.
JPMorgan Chase & Co. otorgó más préstamos a compañías de combustibles fósiles que cualquier otro banco de 2016 a 2019, con US$269.000 millones, seguido de Wells Fargo & Co., con US$198.000 millones, según el grupo ambientalista Rainforest Action Network. Morgan Stanley fue el número 11 para el período, con US$92.000 millones.
La medida es un “paso importante en la dirección correcta para Morgan Stanley”, dijo Ben Cushing, representante sénior de campaña para Sierra Club, en una declaración separada. “Wall Street está impulsando la crisis climática, y si los bancos quieren ser parte de la solución, deben comenzar por ser transparentes sobre el grado en que actualmente son parte del problema”.